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Tardaron 6 días en reconstruir una ruta en Japón

El terremoto que azotó al país nipón destruyó una gran vía de comunicación y de comercio que debía ser reparada. Sin embargo la velocidad asombrosa de reconstrucción de los japoneses hizo que se pudiera lograr en muy poco tiempo. Tokio: bajó el nivel de radiactividad en el agua China: detectan radioactividad en un avión proveniente de Tokio

La imagen de abismos en una carretera japonesa demostró el poder del terremoto del 11 de marzo. Ahora la velocidad asombrosa de la reconstrucción está siendo utilizada para poner de relieve la capacidad del país para volver sobre sus pies.

Los trabajos comenzaron el 17 de marzo y seis días más tarde la sección de cráteres de la carretera Gran Kanto en Naka era tan buena como nueva. Estaba dispuesta a volver a abrir al tráfico la noche anterior.

Si bien Japón necesitaría cinco años para recuperarse de la catástrofe originada por el terremoto y tsunami que provocaron daños por 235.000 millones de dólares, optimiza su efectividad para reducir los tiempos. Una carretera totalmente destrozada fue hecha de nuevo en sólo seis días.

A menos de dos semanas del terremoto que destruyó la costa este del país nipón, la isla no mira hacia atrás y busca recuperarse de inmediato para recobrar su protagonismo económico tanto a nivel nacional como internacional.

Varias ciudades comenzaron a activarse gracias a la venta de los pocos productos que llegan desde los alrededores a la costa del país. A pesar de haber perdido todo, hasta los locales, los comerciantes buscan reavivar el flujo de productos, hasta sin efectivo.

Para acelerar aún más esta recuperación, resulta imprescindible reparar las vías para permitir el reinicio del transporte y así terminar con las zonas desabastecidas.

Hoy, la reapertura de una de las principales carreteras del noreste de Japón dio impulso al reparto de ayuda en las zonas sacudidas por el sismo, que luchan por recuperar una relativa normalidad con la ayuda de miles de voluntarios.

También se reabrieron al tráfico los 300 kilómetros de la autopista Tokohu, que conecta Tokio con las áreas más afectadas por la tragedia.

Las dos imágenes muestran el contraste, tan solo 6 días después.

Esta vía atraviesa ciudades como Sendai, cuyo aeropuerto, con la pista totalmente inundada y sepultada por escombros, se convirtió en una de las imágenes de la destrucción causada por el tsunami.

El aeródromo ya está limpio y su pista operativa para helicópteros y aviones de las Fuerzas niponas de Autodefensa (Ejército), que trabajan con la ayuda de la Séptima Flota de los Estados Unidos en Japón.

Con 18.000 casas destruidas y más de 130.000 edificios dañados, sobre todo en la costa noreste, los equipos de emergencia han habilitado unos 2.000 refugios en lugares como escuelas o gimnasios donde se concentran más de 200.000 evacuados.

Las zonas asoladas se esfuerzan por volver poco a poco a la normalidad: a muchas de ellas ha vuelto ya la electricidad y algo de gasolina, y en algunas se han instalado bancos móviles para brindar servicios financieros a las víctimas.

Mientras prosigue la ayuda sobre el terreno, el gobierno prepara leyes especiales para acelerar la reconstrucción, que incluirán medidas como eximir de impuestos a los supervivientes de las zonas más afectadas por la catástrofe, según la agencia local Kyodo.

Muchos trabajadores regresaron a sus puestos de trabajo el día después del terremoto y posterior tsunami y algunas empresas de las regiones más afectadas ya han reabierto.

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