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Estreno teatro

“Swift”, un manifiesto escénico que resuena en el presente, entre la ingenuidad y el horror

El actor Rodolfo Pacheco regresa a Rosario desde Jujuy con una elogiada versión de “Una modesta proposición” de Jonathan Swift, escrita por Elena Bossi, con dirección de Cecilia Hopkins, que se verá este fin de semana y el próximo en La Manzana


Referente de un tiempo del teatro rosarino de gran producción y hoy radicado en Jujuy, el actor y gestor cultural Rodolfo Pacheco está de regreso en Rosario desde este viernes con una serie de funciones de Swift, elogiada versión de “Una modesta proposición” de Jonathan Swift, escrita por Elena Bossi, también autora de Bailemos sobre las cenizas, Hamlet, versión del clásico de Shakespeare que también concretó Pacheco desde la actuación, bajo la dirección de Ricardo Arias y que también pasó por Rosario en varias oportunidades.

Icónico y disruptivo discurso en primera persona escrito por el autor irlandés en 1729, “Una modesta proposición”, irónicamente, propone como iniciativa evitar que los niños pobres de Irlanda sean una carga para sus padres y su país, y para que sean útiles para el público ofrecerlos como alimento. “Los especialistas han interpretado este texto como un grito de angustia de un espíritu humano torturado; también lo consideraron una parodia de un documento político propio de una época en la cual menudeaban «modestas proposiciones» para contribuir a la modificación de diversos flagelos de índole social”, escribe Pacheco. Y agrega: “En esa dirección, este escrito satírico de Swift ha sido analizado como una pieza claramente orientada a criticar las medidas político-económicas dominantes en un momento de pobreza extrema de Irlanda en el cual los terratenientes optaron por despoblar sus campos con el objeto de favorecer la cría de ovejas, condenando a los campesinos arrendatarios a buscar trabajo en las ciudades, empujándolos de este modo a un irremediable estado de mendicidad”.

Swift, porque en este manifiesto escénico que navega entre la ingenuidad y el horror la voz del autor se filtra a través del protagonista, un simple trabajador, es una producción de La Vuelta del Siglo y cuenta, además del destacado desempeño de Rodolfo Pacheco, con música original compuesta por Carmen Baliero, vestuario de Roxana Ciordia, maquillaje de Noemi Salerno y luces de Saturnino Peñalva, bajo la dirección general de la bailarina, investigadora del movimiento y periodista porteña Cecilia Hopkins.

Tres siglos de vigencia

Desde siempre, por debajo del discurso de Swift, se hacen evidentes algunas cuestiones vinculadas al poder y a las desigualdades en un mundo que ha cambiado poco y nada en los últimos 300 años. “La intención de Swift fue, sin dudas, pronunciarse en contra de estas políticas aunque, astutamente, lo hizo en forma solapada. Es por esto que eligió formular su crítica a partir de la voz de un narrador que asume precisamente un punto de vista mercantilista”, sostiene el equipo de trabajo encabezado por Pacheco quien se acercó a Swift a fines de los años 90, cuando aún residía en Rosario.

De hecho, respecto de cómo fue ese acercamiento específico a “Una modesta proposición”, uno de los textos más conocidos del autor de Los viajes de Gulliver, más allá de su tremenda vigencia y de la resonancia que tristemente tiene en el presente, el actor rememoró: “Todavía vivía en Rosario cuando conocí Textos satíricos de Jonathan Swift, volumen que contiene «Una modesta proposición», por una querida amiga, Berta Krasniansky. Trabajé con ese texto en una puesta en escena estrenada en el Museo Estévez en 1999 bajo mi dirección y con las actuaciones de Vilma Echeverria y Sebastián Ríos; era el último período del gobierno de Menen”.

Y continuó: “Vuelvo a insistir con ponerla en escena en el 2019 y al fin se estrenó en diciembre del año pasado en el Teatro El Pasillo de San Salvador de Jujuy, con otro formato y yo como actor, con la dirección de Cecilia Hopkins. En la primera versión rosarina el discurso estaba sostenido dentro de la misma clase dominante. Era una mujer burguesa, coleccionista, con una nueva pieza de arte y un pianista a su servicio que interpretaba Mozart y Chopin que sensibilizaban a la mujer hasta las lágrimas con el objeto y la música, y la endurecían en su sensibilidad social diciendo todas las barbaridades que escribe Swift. Era sensible para lo que le convenía. Era la época de Menen: un neoliberalismo agudizado. Esta segunda puesta, dirigida por Cecilia, aporta un elemento dramático adicional: la voz de Swift la tiene a su cargo un simple trabajador, un artesano que porta sin ninguna contradicción la violenta voz de la clase dominante, la voz que proviene de los mismos grupos de poder que lo oprimen, algo que es hoy un fenómeno muy reconocible”.

Y profundizó: “Algunos críticos han dicho que este texto es «un grito de angustia de un espíritu humano torturado». A poco de cumplir mis 70 años, en el camino recorrido con esperanza a veces, y desesperanza otras, me pregunto si es posible un mundo más justo, un mundo mejor. Y me animo a gritar esta modesta proposición. El texto de Swift recrea en el contexto del mundo actual la crueldad propia del neoliberalismo global”.

Al mismo tiempo, sobre el trabajo de adaptación realizado por la escritora, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Jujuy Elena Bossi, Pacheco destacó: “A ella pertenece la versión de Swift y la de Bailemos sobre las cenizas, Hamlet, mi monologo anterior dirigido por Ricardo Arias, estrenado en 2017, con el que estuve en Rosario en varias oportunidades. En cuanto a la intervención y adaptación del texto original, además de quitar casi todas las marcas de época conservando sólo aquellas útiles para dotar de cierto extrañamiento al lenguaje y actualizar el sarcasmo político para referir a la actualidad, se incluyeron algunas pinceladas de un lirismo por completo ausente en la versión original. El lirismo cumple dos funciones: por un lado, ofrecerme a mí como actor y a la puesta momentos en los cuales se profundiza en el alma del personaje. Y por otra parte, acentuar el contraste entre la delicadeza y sensibilidad de este sastre y la crudeza de su propuesta”.

La masacre de los santos inocentes

En este discurso original y en primera persona, y más allá de que es un texto que abreva en lo irónico, bien se podría asociarlo a ciertos discursos de la derecha que se escucharon el último domingo en el marco de las Paso y en días previos y posteriores. Respecto de esta variable que, como suele pasar, el teatro delató antes de que se concrete, Pacheco reflexionó: “Me toca abordar la puesta después de las elecciones; no tengo la culpa. Contamos con un 40 por ciento de pobres y un 60 por ciento de niños pobres. El texto es del siglo XVIII, y si todavía nos inquieta quizás quiere decir que no aprendimos lo suficiente como para convivir en sociedad. Tenemos que seguir pensándonos y pensando cómo hacerlo”.

La gráfica que acompaña a la obra está asociada directamente con la tipografía del frigorífico del mismo nombre; una paradoja de sentido respecto de este hombre y de la temática de la obra: que los pobres vendan a sus hijos a los ricos para que se los coman y dejen de ser un problema, una carga de ironía insoslayable que hace que el texto mantenga su inexorable vigencia. “La ironía del texto la pensamos también en la gráfica con el diseñador Carlos Verratti. Las imágenes seleccionadas fueron la reproducción de La masacre de los santos inocentes, la obra de Rubens de 1612 y la imagen del mismo tapiz que se aparece en escena; una reproducción de una obra textil fechada hacia 1560, originaria de Brabante, que retrata a un grupo de niños recogiendo uvas. Tanto la primera imagen, de una violencia manifiesta aunque estilizada, como la segunda, de ingenua belleza, aluden a ciertas consideraciones del filósofo italiano Giorgio Agamben quien, desde el encuadre de la Biopolítica, habla del Homo Sacer, haciendo referencia al sacrificio involuntario que realizan unos para salvaguardar la vida de otros”, expresó el actor.

“Y en cuanto a la imagen para el título del espectáculo –sumó–, es la misma gráfica utilizada por el frigorífico Swift, empresa que desde 1907 trabaja en el país en la producción de carnes industrializadas. Una ironía visual en consonancia con la obra del autor irlandés”.

El creador habló finalmente acerca del encuentro desde la dirección con Cecilia Hopkins, artista e investigadora con una fuerte impronta en el movimiento y en la relación cuerpo-espacio. “Tenemos el antecedente de haber trabajado juntos en 2014 en el espectáculo Zona de oscuridad, estrenado en Tilcara con su dirección y que alcanzó una gira por ciudades del Noa y Nea, que también se presentó en Rosario. La dirección general de este espectáculo es de Cecilia y ella propone la estética de los cuentos infantiles clásicos, en referencia a la tensión entre ingenuidad y horror que suelen plantear. Trabajamos mucho en Buenos Aires y en Jujuy, moviéndonos de una ciudad a la otra. Con la obra puesta en escena, los ensayos, por varios meses se hicieron por zoom en medio de la pandemia. Y entre varias búsquedas de cuerpos y voces encontramos ciertas formulas expresivas del formato llamado «actor nacional». Así, a modo de inspiración, buceamos referencias físico-gestuales a intérpretes de diversas épocas del teatro argentino como Elías Alippi, Juan Verdaguer, Dringue Farías y Ulises Dumont”, expresó el creador.

Y cerró: “Además fue un lujo contar con Carmen Baliero para la realización de música original. Ella estuvo trabajando en Jujuy con otras propuestas y se sumó a Swift. El tratamiento musical pretende acercar el exterior ficcional y en otros casos transmitir la subjetividad y estado emocional del personaje. Los elementos con que se trabajó son sonidos sin referencias directas y melodías enrarecidas que insinúan de manera sutil canciones populares pueblerinas; su repetición, de algún modo, legaliza su existencia y su reconocimiento en la población, en el espectador”.

Para agendar

Swift, con la actuación de Rodolfo Pacheco bajo la dirección de Cecilia Hopkins, se presentará desde este viernes al domingo, a las 20, en La Manzana, de San Juan 1950, y repetirá en mismos días y horarios el próximo fin de semana. La  reserva de entradas se realiza a través del teléfono 341- 3183658, y las funciones serán con reducción de aforo y uso de barbijos según lo establecen los protocolos vigentes por la pandemia de coronavirus.

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