Ciudad

Muerte en zona norte

Sus alumnos de sexto grado piden justicia por el profesor Juan Carlos Chiocca, muerto tras un robo

Dos semanas después del fallecimiento del docente, desde la comunidad educativa de La Salle piden a la Fiscalía que el caso no quede impune


Juan Carlos Chiocca tenía 48 años y vivía en el límite de Rosario con Granadero Baigorria. Era maestro del colegio primario de La Salle y también de la escuela Boneo. El sábado 7 pasado fue víctima de un robo cerca de su vivienda por parte de tres hombres, quienes lo golpearon para robarle el celular.

Chiocca murió una semana después y la fiscal Marisol Fabbro encargó diversas medidas para dilucidar las circunstancias en que sufrió el asalto y qué pasó con la atención médica la semana que transcurrió hasta su muerte.

Las comunidades educativas de ambas instituciones lo despidieron con ceremonias emotivas y ahora, a dos semanas de la muerte, sus alumnos de sexto grado del La Salle escribieron una carta pidiendo justicia por el profe Juan, que se transcribe a continuación:

A todos los ciudadanos:

Somos los alumnos y alumnas de 6° grado del colegio La Salle. El profesor Juan Carlos Chiocca fue nuestro profe el año pasado, ​el primer grado que tuvo en nuestra escuela.​Por medio de esta carta queremos contar lo que nosotros sentimos hacia él y también hacer un pedido de justicia.

Juan siempre tenía una sonrisa y nos enseñaba de una manera diferente, una manera divertida. Fue muy atento con nosotros, nos daba bastante tarea pero era porque quería que aprendiéramos. Para nosotros era como un amigo, siempre venía con mucha alegría. Buscaba lo mejor para todos.

Su mente era muy abierta y siempre tenía una buena propuesta para realizar. Él creía que para que la gente entienda, tenía que aprender las cosas de una forma divertida y creativa. Juan siempre estuvo con nosotros, apoyándonos y ayudándonos en el día a día. Cuando estabas triste él te recibía con una sonrisa. Siempre fue muy gracioso y estuvo presente en un momento importante para nosotros (nuestra primera comunión).

Era alguien muy divertido, con muy buenas ideas que a nadie se le ocurrían, tenía una forma de enseñar muy peculiar. ​Le gustaba que la pasáramos bien en sus clases y no nos aburriéramos. A medida que fue pasando el tiempo nos dimos cuenta de que él era diferente al resto, porque tenía una forma distinta de ver las cosas. Siempre pensaba que una persona no podía aprender solamente leyendo, escribiendo y/o resumiendo, fue por eso que el salón empezó a cambiar… el ambiente de clase era pacífico pero a la vez divertido y alegre.

Una persona solidaria. Le hacíamos bromas y se sumaba a reírse, era uno más de nosotros. Fue un muy buen profesor. Dispuesto a enseñarnos todo lo que sabía.

Recordamos cuando nos hizo hacer una obra de teatro y afiches, haciendo que el aprendizaje fuera más divertido. Su sonrisa era la cura para nuestras tristezas. A pesar de que él llegó a la escuela hace un año, nos pudo entender muy rápido y logramos armar lazos muy especiales. Era alguien que le caía bien a mucha gente y les alegraba el día con sus chistes. Llenaba el salón con su amabilidad, nos trataba siempre bien, nunca nos gritó… lo vamos a extrañar.

Siempre lo recordaremos como un buen profesor, que nos ayudó y se esforzó para enseñar de una forma especial.

Por todas esas razones y muchas más queremos, juntos, pedir justicia por nuestro querido profe Juan que no merecía morir así. Lo recordaremos el resto de nuestras vidas.

Falleció un docente que fue salvajemente golpeado para robarle el celular con el que daba clases

#Justicia por Juan

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