El Hincha

Copa Libertadores

Superclásico: el principio del fin

La madre de todas las finales promete entregar un sinfín de emociones únicas, de esas que perduran por siempre en la memoria colectiva de los hinchas y pasan a formar parte directa de la idiosincrasia de un pueblo. Y se sabe: no hay pueblo más futbolero que el argentino


La final más final de todos los tiempos está aquí, damas y caballeros. En el Monumental de Núñez se escribirá una de las páginas más recordadas en la historia del fútbol argentino. Que sea lo que Dios quiera…

Todo puede pasar. Desde un partidazo electrizante como lo fueron los primeros 45 minutos en la Bombonera en el duelo de ida, a otro con un ritmo totalmente distinto como fue la etapa complementaria, esa que terminó con la increíble salvada de Armani ante la apurada definición de Benedetto.

La madre de todas las finales promete entregar un sinfín de emociones únicas, de esas que perduran por siempre en la memoria colectiva de los hinchas y pasan a formar parte directa de la idiosincrasia de un pueblo. Y se sabe: no hay pueblo más futbolero que el argentino.

Las consecuencias de lo que sucederá en el Antonio Vespucio Liberti son realmente difíciles de imaginar. Lo único cierto es la recompensa: de un lado la más embriagadora sensación de victoria acompañada por la gloria eterna; del otro la más dolorosa de las derrotas que solamente la peor de las pesadillas pudo concebir. Es ahora o nunca. Todo o nada. Matar o morir.

¿Quién ganará la pulseada? ¿River y el ingenio sin igual de Gallardo? ¿Boca y el peso de sus individualidades? ¿Jugará Benedetto de titular? ¿Quién irá por el suspendido Santos Borré? ¿Pondrá el Muñeco otra vez cinco defensores? ¿Irá Tevez de arranque?

La mesa está servida. El festín de morbo y ansiedad más grande de todos los tiempos ha llegado. El vencedor se corona campeón de América. El castigo para el vencido aún no fue dictaminado, aunque promete ser tan grande como el propio continente. Esto es fútbol. Y mucho más también.

Boca vs. River. River vs. Boca. La Copa Libertadores está en juego. Y el último, si es que sigue alguien en pie tras el pitazo final, que apague la luz.

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