Nuera y suegra, dos mujeres de 29 y 54 años, enfrentan penas de hasta 25 años de prisión como autoras del homicidio de una vecina, de 33, asesinada a puñaladas hace un año en barrio Coronel Dorrego de Santa Fe. Así lo adelantó la fiscal Cristina Ferraro en la audiencia preliminar realizada este domingo en la capital provincial tras resaltar la nimiedad que movilizó el crimen: una pelota que cayó en el patio de la casa.
Gisela Guadalupe Aguirre tenía 33 años. El 1º de noviembre de 2018 fue asesinada de 13 puñaladas en un crimen cuyo móvil, según la investigación judicial, fue una pelea con vecinas del barrio con las que mantenía viejas disputas relacionadas a la convivencia. Una de ellas, porque una baldeó la vereda y el agua llegó a la casa de la otra y la última cuando los hijos de la víctima jugaban a la pelota y el balón cayó en el patio de las acusadas. La más joven, de 29 años e identificada como M. C. B., y su suegra G.A., de 54, están acusadas de responder con una violencia demencial.
Según dijo la fiscal Ferraro durante la audiencia realizada ante el juez Leandro Lazzarini, “el móvil que llevó a las acusadas a quitarle la vida a su vecina fue una discusión originada en un motivo absolutamente nimio. Las mujeres que investigamos se molestaron porque los hijos de Aguirre estaban jugando en la vereda y tiraron una pelota a su casa. De esa intolerancia surgió el homicidio como una forma absolutamente repudiable de poner fin un conflicto interpersonal”.
La fiscal afirmó que las acusadas “actuaron en forma conjunta y con reparto de funciones para matar” a la víctima: mientras la mujer de 54 años sostenía a Aguirre para inmovilizarla, su nuera de 29 la agredió con una cuchilla de cocina en reiteradas ocasiones, aseguró.
Acerca de las heridas que recibió Aguirre, la fiscal precisó que fueron “en el brazo y en el antebrazo izquierdos, en el tórax y en el abdomen” y añadió que aunque la víctima fue traslada de inmediato al hospital José María Cullen llegó sin signos vitales.
Agresión sorpresiva
En cuanto a la pena, Ferraro argumentó que “dadas las características del homicidio cometido” solicitará el monto máximo previsto para ese delito, que calificó como una agresión sorpresiva con un arma blanca a una víctima incapaz de defenderse y en inferioridad numérica respecto de las atacantes.
Asimismo, la fiscal aseveró que “el daño causado excede a la víctima, ya que el homicidio de la mujer afectó también a sus hijos pequeños, a quienes privaron de tener a su madre con ellos”. Según la fiscal, “las acusadas no fueron capaces de empatizar con Aguirre y no contemplaron el perjuicio emocional que causaron a sus propios hijos y nietos a raíz del delito que cometieron”.
Juicio oral y público
Luego de la audiencia preliminar realizada en tribunales, Lazzarini deberá resolver las cuestiones planteadas por las partes. En caso de que considere que están dadas las condiciones, deberá dictar lo que se denomina el auto de apertura a juicio para que se realice el juicio oral y público.
Por su parte, la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) deberá sortear quiénes integrarán el tribunal, que deberá estar conformado por tres jueces, en virtud de que la fiscal solicitará penas de prisión que superan los 12 años. La OGJ también deberá fijar la fecha de inicio del debate.
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