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Suben tasas para frenar al dólar

El mercado minorista comenzó a demandar cada vez más la divisa estadounidense.

La demanda de dólares del sector minorista, el estancamiento de los plazos fijos (en junio hubo una leve caída que se estaría acentuando este mes), sumados al fuerte aumento del crédito llevó a las entidades a procurarse un colchón de liquidez para enfrentar un panorama que luce más incierto. Uno de los síntomas más claros fue la caída de pases pasivos, es decir los pesos que las entidades mantienen en el BCRA: cedieron en las últimas semanas a la mitad, de $9.500 a$ 4.600 millones.

Pero uno de los datos más fuertes de los últimos días fue la suba de la tasa interbancaria, aunque claramente impulsada por el propio sector oficial. “«Resultó muy sugestivo que el Banco Nación prácticamente se haya retirado del mercado interbancario, cuando es el principal proveedor de liquidez»”. La lectura es que se trata de una típica medida monetaria: si hay demanda de dólares, entonces que el fondeo de pesos resulte más caro para los bancos. La tasa interbancaria pasó del 9 por ciento a fines de la semana pasada a un pico del 14 por ciento ayer, para luego retroceder levemente hasta el 13 por ciento.

Está por verse si este incremento en las tasas de corto plazo termina impactando en los costos del crédito. Por ahora no se produjo este derrame. En algún modo puede considerarse una medida ortodoxa: aumentan las tasas para enfriar la economía. En este caso, sin embargo, lo que se busca es disminuir el creciente proceso de dolarización de carteras.

Pero existe otra explicación para la suba de tasas, que pasa estrictamente por la situación que atraviesa la banca: mientras que los plazos fijos dejaron de crecer y los depósitos totales en pesos lo hacen mucho más lentamente, el crédito en pesos sube a un ritmo cada vez más alto. Por eso, ante la lógica caída de liquidez, las entidades no dudan en subir las tasas para captar fondos. “«Hoy se están pactando muchos depósitos con empresas a tasas del 13 por ciento o incluso más. Pero para que el gobierno no nos persiga se hacen a 35 días, para evitar que se mueva muchola Badlar, que es una tasa testigo para el mercado»”.

La urgencia del BCRA para que disminuya la demanda de divisas se explica por los próximos vencimientos. El 3 de agosto hay que pagar u$s 2.250 millones de Boden 2012. Por eso la idea es acumular todo lo que se pueda al menos hasta ese momento para evitar que el stock caiga de los u$s 50.000 millones. Esta semana la estrategia va dando resultado, ya que el organismo volvió a acumular reservas en forma acelerada, especialmente ayer.

Éstos son algunos datos para tener en cuenta de lo que está sucediendo en la plaza financiera.

Se mantiene sostenida la compra de dólares de los minoristas. En los bancos aseguran que esta tendencia cedió en las últimas 48 horas porque el Central salió a planchar nuevamente el tipo de cambio, que venía subiendo de a un centavo por semana.

El crédito se acelera semana a semana. En los últimos treinta días, los bancos inyectaron $ 10.000 millones a una tasa de crecimiento del 5,6 por ciento por mes. Claro que al no haber crecimiento de depósitos, se achica la liquidez.

La necesidad de fondos no es homogénea. Algunas entidades tienen un colchón, pero a otras no les sobra. Por eso hubo cancelación neta de Lebac y retiro de pases pasivos del BCRA.

El Central quiere evitar a toda costa una suba de las tasas de interés. El problema es que como casi dejó de comprar dólares, no puede inyectar dinero en la economía. La solución temporal es, justamente, no renovar la totalidad de las Lebac que vencen y entregar pases pasivos.

Ayer sorprendió la ausencia del Banco Nación del mercado durante buena parte de la jornada. Recién cuando la tasa interbancaria llegó al 14 por ciento (venía del 9 por ciento a fines de la semana pasada), salió al mercado a inyectar dinero y llevó un poco de calma. A esta inyección de pesos se sumó el BCRA, al comprar Lebac en el mercado secundario por un total de $ 105 millones.

Al haber disminuido a niveles mínimos la compra de dólares por parte del Central, se vuelve inevitable inyectar pesos por otras vías. El objetivo es que las tasas no se desboquen y al mismo tiempo que no se detenga la expansión crediticia. Si a los bancos les falta liquidez, por ejemplo, para cumplir con los requerimientos diarios que impone el BCRA, la consecuencia es un aumento de las tasas o una retracción crediticia.

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