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Sube el mínimo de Ganancias

El gobierno llevó el piso del impuesto aplicado a los trabajadores a 15 mil pesos. El importe regirá tanto para solteros como casados y estará vigente a partir del 1º de septiembre. El anuncio se hizo en el marco del diálogo social.


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Los trabajadores y jubilados que perciban hasta 15 mil pesos brutos, sean solteros o casados, dejarán de pagar Ganancias a partir del primero de septiembre próximo, anunció la presidenta Cristina Fernández en el marco de la segunda ronda del “Diálogo social” que mantuvo con empresarios y gremialistas.

Al hablar en Casa de Gobierno, la presidenta destacó que con esta medida el 89,8 por ciento del total de 8.382.390 trabajadores registrados no pagará ese gravamen y precisó que se eliminará la distinción entre solteros y casados en los trabajadores que perciban hasta 15 mil pesos.

El 10,2 por ciento restante del total de la masa asalariada registrada es la que quedará a partir de ahora alcanzada por el impuesto a los altos ingresos, un porcentaje similar al que existía en 2007.

La iniciativa también beneficia a jubilados, ya que el 99,3 por ciento del sector quedará al margen del gravamen, que sólo alcanzará al 0,7 por ciento, lo que representa 39.641 empleados retirados.

De esta forma, luego de la derrota electoral en las primarias del 11 de agosto, la jefa del Estado avanzó con una demanda planteada con énfasis, y desde hace varios meses, por todo el fragmentado arco sindical que se encuentra dividido en cinco centrales.

Actualmente, a raíz de la falta de actualización del piso del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, el 25 por ciento de los trabajadores en blanco sufrían descuentos en esa materia, porcentaje que se reducirá a la mitad con este esperado cambio.

Cristina Kirchner detalló frente a los empresarios y sindicalistas que en las próximas horas será firmado el decreto correspondiente para hacer la medida aplicable a partir del primero de septiembre, que será enviada al Congreso el próximo miércoles.

Con la rebaja en Ganancias se inyectarán casi 4.500 millones de pesos anuales al consumo, añadió el titular de la Afip, Ricardo Echegaray, quien tomó la palabra luego de la mandataria en el encuentro realizado en el salón de las Mujeres de la Casa Rosada.

Además, Echegaray anunció que para recomponer lo que pierda el fisco por esta medida no se gravarán los plazos fijos, a fin de evitar un castigo a quienes ahorran en pesos, pero sí se establecerá un impuesto del 15 por ciento sobre las acciones que no cotizan en Bolsa y con un 10 por ciento se gravarán los dividendos de las empresas (ver aparte).

Con estas dos medidas se espera recaudar 2.056 millones de pesos anuales, que se destinarán a financiar en parte el costo fiscal de la modificación del mínimo no imponible de Ganancias, que sólo en 2013 será de 4.637 millones.

El hecho de que se haya incrementado a 15 mil pesos el piso del mínimo no imponible se traduce en un aumento del 80 por ciento de ese piso para los solteros (hasta ahora pagaban quienes tenían salarios superiores a 8.360 pesos), mientras que para el caso de los casados (el impuesto lo comenzaban a partir de 11.563 pesos) la suba se ubicará alrededor del 30 por ciento.

También se anunció que quienes ganen más de 15.000 pesos y hasta 25.000, verán mejorado su sueldo de bolsillo ya que se incrementan un 20 por ciento las deducciones del impuesto, mientras que para los trabajadores de la zona patagónica se elevará el 30 por ciento.

El encuentro de los funcionarios con empresarios y sindicalistas se desarrolló en el Salón de las Mujeres del Bicentenario, donde la mandataria recibió a los dirigentes más representativos de empresas y gremios nacionales, quienes participaron el pasado miércoles 21 de la primera jornada de diálogo político en Río Gallegos.

Gravan dividendos y bonos

Para compensar en parte el “esfuerzo fiscal” que realizará el Estado al modificar el régimen del impuesto a las Ganancias, el gobierno gravará los títulos que no coticen en Bolsa y el reparto de dividendos de las empresas, aunque no los depósitos a plazo fijo.

Así lo manifestó el titular de la Afip, Ricardo Echegaray, quien señaló que de esta manera la administración nacional espera recaudar poco más de 2.056 millones de pesos anuales.

El proyecto de ley que va hoy al Congreso propone gravar con un 10 por ciento la distribución de dividendos de las empresas y con un 15 por ciento la compraventa de acciones y títulos que no cotizan en mercados bursátiles.

Con estas dos medidas, el Ejecutivo nacional espera recaudar 2.056 millones de pesos anuales, que se utilizarán para financiar –en parte– el costo de la modificación de los parámetros que rigen para la aplicación del impuesto a las Ganancias y los alcances del tributo.

Echegaray dijo que los cambios anunciados este martes, luego de los magros resultados obtenidos por el kirchnerismo en las recientes elecciones primarias, supondría un “esfuerzo fiscal” de unos 4.495 millones de pesos para el Estado.

Pero al argumentar los dos nuevos impuestos que dispuso el Gobierno, aclaró: “Como hablamos de diálogo, de sumar y de construir en conjunto, hay que compartir ese esfuerzo”, e indicó que de ese modo, el Fisco nacional únicamente debería resignar alrededor de 2.439 millones de pesos, del aquel monto global de casi 4.500 millones por año.

El gobierno descartó “de plano” la posibilidad de gravar los ahorros en plazos fijos y los títulos y acciones que cotizan en Bolsa, ya que, según argumentó Echegaray, la administración nacional pretende justamente incentivar ese tipo de depósitos y transacciones comerciales.

“Gravarlos sería ir a contramarcha de lo que estamos buscando”, señaló el funcionario, y agregó: “Descartamos gravar acciones y títulos que cotizan en Bolsa porque queremos ampliar la oferta de ahorro de los ciudadanos argentinos”.

“Gravar en estos momentos el mercado de capitales –explicó Echegaray– significaría desalentar el camino que estamos buscando, de que los argentinos inviertan en las acciones de las empresas que cotizan en la Argentina”.

El funcionario se manifestó en estos términos al cabo de una segunda reunión de la llamada mesa del “Diálogo social”, para la cual fueron convocados a la Casa Rosada industriales, empresarios y líderes sindicales, entre otros actores de la economía.

Suman 860 mil asignaciones

El gobierno modificó los rangos de percepción del régimen de asignaciones familiares, por lo que más de 860 mil niños se sumarán al cobro de ese beneficio, que mantiene los valores de la última modificación. Según anunció anoche el titular de la Ansés Diego Bossio, en el marco de la ronda de “Diálogo Social” encabezada por la presidenta Cristina Kirchner, se modificó el régimen de asignaciones para trabajadores en relación de dependencia.

Así, el número de chicos cubierto por el beneficio aumentó en 865.556, quienes van a volver a recibir el salario familiar.

Los trabajadores que ganen entre 200 y 4.800 pesos van a seguir cobrando 460 pesos por hijo, y los que perciban de 4.800 a 6.000, mantendrán los 320 pesos, porque esos valores no se modificaron.

Los que ganan entre 6.000 y 7.800 pesos por grupo familiar percibirán 200 pesos y quienes ganan entre 7.801 y 30.000 pesos cobrarán por hijo 110 pesos de asignación familiar.

El gobierno busca el voto de la clase media y se hace eco de un reclamo masivo (Por Guillermo Malisani / Noticias Argentinas)

Como directa consecuencia del magro resultado de las primarias y producto de la mesa de diálogo con empresarios y sindicalistas, la presidenta Cristina Kirchner se hizo eco de un reclamo popular y aceptó subir el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, en una medida que apunta a seducir a la esquiva clase media y de paso inyectar casi 4.500 millones de pesos al consumo.

En Casa de Gobierno, y en el marco del segundo encuentro con empresarios y sindicalistas, Cristina anunció que desde el primero de septiembre se elevará a 15 mil pesos el ingreso bruto desde el que un asalariado o un jubilado pagarán Ganancias, considerado por oposición y gremios como un “impuesto al trabajo”.

Al igual que con la decisión de reabrir el canje de deuda para frenar la batalla judicial con los fondos buitre en los Estados Unidos, el oficialismo acusó el golpe de efecto producido por las elecciones primarias del 11 de agosto y salió rápidamente a tomar medidas para revertir el resultado adverso en las generales de octubre.

Con esta resolución, el gobierno se apropió de una de las principales banderas de la oposición, ya que desde el líder de la CGT, Hugo Moyano, pasando por el intendente de Tigre, Sergio Massa, el radicalismo y las fuerzas de izquierda, todos venían proponiendo eliminar o bajar este tributo. Incluso, el anuncio oficial se anticipó al pedido de diversos legisladores de la oposición para que la semana que viene fuera tratado alguno de los 30 proyectos que circulan en el recinto.

La iniciativa oficial empezó a gestarse un día después de las elecciones, cuando Cristina convocó a las cúpulas sindicales y empresarias a iniciar un diálogo social en la búsqueda de coincidencias. El debate con banqueros, cámaras empresarias y dirigentes sindicales cercanos al oficialismo se inició la semana pasada en Río Gallegos y así tuvo su primera repercusión. Pero lo más importante es que esta decisión favorece principalmente a amplios sectores de la clase media, un segmento al que el kirchnerismo nunca le fue fácil llegar.

La decisión del gobierno está teñida de un tinte electoralista pero no deja por eso de ser justa. Sobre todo si se tiene en cuenta que los 4.495 millones de pesos de costo fiscal será en parte cubierto con un impuesto del 15 por ciento a la compra y venta de títulos y acciones que no coticen en Bolsa y a la distribución de dividendos.

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