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Sube de tono el conflicto por la rentabilidad de la lechería

Por: Guillermo Griecco.- Con la producción en aumento, tamberos piden suba del precio. La industria se niega y acusa baja de precios internacionales.


A contramano de los pronósticos apocalípticos lanzados por algunos dirigentes ruralistas, que llegaron a vaticinar que el país iba a tener que importar leche para que el nutritivo alimento no faltara en la mesa de los argentinos, la producción láctea y de sus derivados viene en crecimiento. “El procesamiento de leche en plantas santafesinas continúa mostrando una trayectoria ascendente que se manifiesta en variaciones mensuales interanuales positivas desde de mayo de 2010, extendiendo así su ciclo expansivo a dos años consecutivos”, según destacó la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) en su último informe de coyuntura.

“Al quinto mes de 2012 la industrialización de leche en la provincia de Santa Fe muestra una importante mejora de 10,4 por ciento respecto al mismo período acumulado del año anterior. En el mes de mayo el incremento interanual alcanzó a 5,5 por ciento”, refirió el documento estadístico elaborado por la entidad que preside Carlos Bertone.

“El mínimo de actividad observado en el mes de abril se ubicó un 26,4 por ciento por encima del registro del año 2000. En los cinco primeros meses de 2012 la recepción de leche en nueve importantes usinas con actividad en Santa Fe marcó un máximo histórico de 1.170 millones de litros”, resaltaron desde Fisfe.

Entre 2003 y 2011, la producción lechera a nivel nacional creció un 48 por ciento; mientras que entre la década del 90 y el año pasado tuvo un incremento de 95 por ciento, según el Ministerio de Agricultura de la Nación.

En 2009 la producción del sector primario alcanzó los diez mil millones de litros y el año pasado se produjeron 11.600 millones de litros de leche, de los cuales 8.800 se consumieron en el mercado interno y el resto se exportó. Para este año los cálculos oficiales estiman una producción cercana a los doce mil millones de litros.

Del total de la producción láctea del país, la provincia de Santa Fe representa el 32 por ciento, debajo de Córdoba con el 37 por ciento y por encima de Buenos Aires con el 25 por ciento.

Reclamo tambero

Productores lecheros de Santa Fe y Córdoba iniciaron una protesta a comienzos de la semana pasada, con epicentro en la región de Rafaela, y que contó con bloqueos a una treintena de usinas lácteas en demanda de una recomposición del precio de la materia prima para llevarlo a por lo menos 1,80 de los dos pesos que exigían por litro.

Los piquetes se levantaron después de una reunión en la sede Rosario de la Gobernación santafesina, donde hubo un acercamiento entre las partes aunque no definiciones concretas: la industria se comprometió a estudiar un aumento para los tamberos de entre 10 y 15 centavos por litro, no obstante este plus podría llegar vía subsidio estatal.

La Mesa Nacional de Lechería, representada por FAA, CRA, Sociedad Rural y Coninagro, exigió un subsidio de 30 centavos por litro, advirtió que el preacuerdo lo firmaron “cámaras de productores adictas al gobierno” y responsabilizó al Ejecutivo nacional por la leche que tamberos y transportistas tiraron en campos y banquinas, una actitud repudiada por organizaciones sociales, la cooperativa Sancor y funcionarios de la provincia de Santa Fe.

Los productores lecheros reciben en la actualidad de parte de las fábricas entre 1,50 y 1,60 peso por litro de la materia prima despachada en tranquera, “el mismo valor promedio que las empresas pagan desde hace un año y medio”, se quejan los productores. De acuerdo a información del Ministerio de Agricultura de la Nación, a fines de 2009 el precio mayorista era de 0,93 centavos, un año después los productores pasaron a cobrar 1,35 y desde entonces han conseguido mantener un ingreso más o menos estable.

En medio de la puja entre productores e industriales, el precio de la leche que se vende en góndola fue remarcado en las últimas semanas por la cadena de comercialización: el sachet no se consigue por menos de cinco pesos y en envase tetrabrik algunas marcas superan los siete pesos por litro. La suba va en desmedro de los tamberos, de los industriales y, por supuesto, de los consumidores.

Hay productores que pretenden incluso más intervención del Estado para evitar que los supermercados se queden con la tajada más grande de las ganancias. El coordinador de Lechería de Federación Agraria, Guillermo Gianasi, sostuvo que era “necesario sentar a la mesa de negociación al sector supermercadista para darle transparencia a la cadena”.

“Repartir mejor”

“El poder de compra (de las empresas) da un número superior al que hoy se paga al productor por el litro de leche”, esgrimió Oscar Poy, presidente de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe, en diálogo con El Ciudadano. “El gobierno nacional planteó un lapso de 45 días para estudiar la competitividad dentro de la cadena láctea y a partir de ahí determinar quién se lleva la renta mayor”, agregó.

Poy dijo que la producción láctea en la provincia “comenzó el año en alza con relación al año pasado”. No obstante, señaló: “Se ha complicado un poco en el último mes por el alza del precio de los granos, que impacta directamente en los costos de producción de la leche. Ese es el paliativo que hay que discutir y hay que tratar de lograr una urgente recomposición del precio”.

“El otro inconveniente –continuó– es el valor de los arrendamientos. Va a haber presión de los dueños de los campos en incrementar los alquileres con el precio de la soja como parámetro. Estamos muy lejos de importar leche como dijeron algunos. Puede pasar que haya menos productores tamberos que se pasaron a otra actividad, incluso dificultades en algunas industrias pymes. Hay que repartir mejor y no profundizar la concentración de la producción”.

“Hace casi dos años que estamos cobrando el mismo precio y con una inflación anual del 25 por ciento es imposible. Aumentó el gasoil, insumo básico para la producción, el maíz híbrido que sirve de alimento para la hacienda, y así todo”, le dijo a este diario el productor Daniel Ollero, director de Federación Agraria. “La industria podría pagar poco más de 1,70 peso. Ellos aducen que no tienen el dinero para afrontar la suba, pero nosotros pensamos que sí. Lo que pasa es que el sector industrial no quiere redistribuir”, aseguró, y agregó: “La responsabilidad mayor es del gobierno nacional por la falta de previsibilidad”.

Para el ministro de la Producción de Santa Fe, Carlos Fascendini, “sobra leche, el problema del sector pasa por otro lado”. “Nuestro consumo es de ocho mil millones de litros al año, y la producción llega a los once mil millones. Este es un tema estructural que requerirá planificación más aceitada”, sugirió el funcionario provincial.

Menos tambos y producción

Como en cada esfera de la actividad agropecuaria, hay distintas realidades. Algunos productores alertan sobre la concentración y el consecuente cierre de tambos. Mencionan que trabajan “a pérdida” por la suba de los costos de producción y al mismo tiempo reconocen que la cadena láctea “es rentable”, aunque proponen “discutir cuál es el eslabón que se queda con la mayor parte de las ganancias”. Un estudio de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea) indicó que, en el último año, los costos del tambo se incrementaron 12 por ciento, mientras que el precio de la leche en tranquera creció poco más del 2 por ciento.

De los doce mil tambos que hay en el país, según datos oficiales, unas cuatro mil unidades productivas están radicadas en la provincia de Santa Fe, territorio que aloja a una veintena de empresas entre las firmas más grandes, pymes y cooperativas que industrializan la leche y elaboran los distintos productos lácticos.

El Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) informó que en los últimos cinco años se cerraron alrededor de 300 tambos en territorio santafesino. De manera contrapuesta, el mismo informe detalla que la producción de litros diarios de leche por tambo en la provincia creció de 1.844 a 2.134.

Gustavo Colombero, presidente de la Federación de Centros Tamberos de Santa Fe, indicó al respecto que “la actividad se ha concentrado o son productores de actividades mixtas”. Por su lado, Oscar Poy, de la Mesa de Lecheros de Santa Fe, consideró: “Los productores que dejaron el tambo es porque se dedicaron a otra actividad más rentable, como sembrar soja, o lo vendieron, pero la peor situación la vivimos en los 90 y principios del año 2000”.

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