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Hay elecciones el 23 de septiembre

“Sos rebelde, pedazo de pelotuda”, le dijo el presidente de Náutico a una empleada y hay denuncia

Socias autoconvocadas de la institución señalaron que el mismo hombre, que ya tiene una denuncia y una causa abierta por violencia de género y abuso sexual, se presenta para renovar mandato en los próximos comicios internos


En febrero último, una empleada del club Náutico Sportivo Avellaneda sufrió una situación que inscribió en violencia de género por parte del presidente de la institución con sede en Pedro Tuella al 900, en barrio Arroyito. Decidió realizar la denuncia y la causa se encuentra en investigación. Un fiscal comenzó a tomar declaraciones testimoniales. El hombre, según un grupo de socias autoconvocadas, se postula para renovar el cargo en las próximas elecciones internas del 23 de septiembre, según interpretaron por varias publicidades. De todas maneras, el cierre de listas recién es el próximo viernes.

Hacía calor, era febrero y Belén Giorgis daba clases de zumba en un espacio abierto: una cancha de césped sintético en una zona que es de tránsito permanente entre socios y empleados porque de un lado está el bar y, del otro, las canchas de tenis. Al finalizar el entrenamiento, algunas de las socias que participaban del mismo se acercaron a charlar con la profesora. Fue en ese momento que apareció el presidente de Naútico, Pablo Creolani. De lejos, según el relato de las denunciantes, comenzó a hacer señas de molestia por una presunta falta de apego al protocolo sanitario de distanciamiento social por la pandemia de coronavirus.

Vanina Grosso, abogada de la empleada, recreó la situación para El Ciudadano. “Llegó con la mano en alto y señalando, le gritaba a Belén, pero ella no escuchaba porque estaba lejos. Entonces, el hombre se acercó y le dijo «Sos rebelde, pedazo de pelotuda, pensé que la única pelotuda era mi mujer»”. La letrada calificó esa intervención como un ejercicio de “violencia verbal, simbólica y de deshonra”.

Club Náutico: denuncian violencia de género y falta de paridad en la institución

En marzo, la misma profesora realizó una denuncia por abuso simple por un episodio anterior en el que acusó al titular de la institución deportiva de haberla tocado sin su consentimiento, ya que tras el episodio de la clase de zumba pudo reconocerse como víctima.

En agosto, la causa rotulada “Belén Giorgis contra Pablo Creolani por violencia de género y abuso sexual” ingresó en la fase investigativa de toma de testimonios. “La calificación se tendrá que agravar por su condición de presidente en ejercicio de poder y de autoridad”, recalcó Grosso.

Además, la abogada remarcó que la violencia no sólo ha sido simbólica sino también existe una violencia económica ya que Belén era empleada informal y su sueldo era depositado en la cuenta de su marido, porque ella no está bancarizada. “Belén no trabajó más, se consideró despedida porque tras su denuncia no la dejaron dar sus clases, pusieron a otra chica en su lugar y dejaron de depositar su sueldo en la cuenta de su marido”, amplió la abogada.

Según la letrada, el presidente del club no se disculpó por la primera agresión y, en cambio, continuó increpando a la joven. Tras  insultarla con una frase que puso en el mismo lugar a su propia esposa, quien además participaba de esa clase, le dijo que tenía que bancarse la denuncia de vecinos por la música a alto volumen que ponía para el entrenamiento de zumba, que consiste en bailes y coreografías.

Giorgis, que para el club nunca fue considerada trabajadora formal, recibió el apoyo de muchas mujeres. Hubo afiches en varias de las instalaciones de Náutico, y ella decidió continuar sus clases de zumba en el Parque Scalabrini Ortiz. Allí, asisten las socias del club que eran sus alumnas en el predio de Arroyito.

La Comisión Directiva de Náutico, señaló la abogada, “no amagó siquiera una disculpa” a la chica ni “tuvo intenciones de resarcir la situación”.

Grosso no quiso pasar por alto que el abogado defensor de Creolani es un letrado que integra la comisión fiscalizadora de la mutual de la que Creolani también es presidente. “El fiscal está investigando también eso, al igual que algunos audios que involucran a una mujer que se presenta como vicepresidenta”, dijo. Todo ese material, como los carteles y testimonios, forman parte del expediente de la causa penal.

Socias Autoconvocadas

En agosto del año pasado, surgió un grupo de mujeres autoconvocadas en el club. Su objetivo es respaldar e igualar a las mujeres en las instalaciones, sean socias o empleadas. Elisa, socia desde hace unos 12 años, recordó que “nacieron cuando se formó una comisión de feminismo y disidencias”. Agregó: “Nos llamamos autoconvocadas porque fue una forma de oficializarnos”.

Elecciones en CNSA

El próximo 23 de septiembre se vota para renovar autoridades en el club. Elisa remarcó que hasta el 10 del corriente hay tiempo para cerrar listas, pero se sorprendieron al ver una publicidad del actual presidente para renovar su mandato.

“Este hombre ni siquiera fue votado por los socios, llegó a ese lugar porque el anterior presidente tuvo que dejar su cargo por ser persona de riesgo en pandemia y él estaba como vicepresidente, ni siquiera la gente lo eligió”, concluyó Elisa.

 

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