La ciudad de La Plata se vistió de gala para recibir la 43ª edición de la Copa América. Desde muy temprano en Las Diagonales se respiraba un aire diferente. El Teatro Argentino amaneció cercado y más de un desprevenido se preguntaba por qué.
El imponente escenario del sorteo continental estaba ambientado para la ocasión. Las banderas de los diez países sudamericanos flameaban en la entrada del histórico lugar.
A medida que se fue acercando la hora de comienzo del sorteo, fue natural ver un aluvión de personas llegar hasta la Avenida 51 entre la 9 y la 10.
Entre curiosos y las delegaciones, el centro de La Plata se convirtió en un verdadero caos.
Periodistas de Chile, México y Bolivia fueron los primeros en acomodarse en el hall del teatro.
La organización intentó (y logró) que ningún detalle quedara librado al azar y a cada paso que un hombre de prensa daba, era fácil encontrarse con la colaboración de los asistentes.
Una hora antes del sorteo, el primero en hablar fue el secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Eduardo Deluca, quien no ocultó su entusiasmo y en diálogo exclusivo con El Hincha, manifestó: “Estamos todos muy ansiosos, realmente falta poco más de un año para comenzar la competencia pero uno, a pesar de sus años que tiene como dirigente, quiere que llegue ya el torneo porque estamos seguros que será inolvidable”.
Puntualmente a las 17, el ex arquero de la selección argentina, Sergio Goycochea, apareció en el escenario del teatro para presentar la ceremonia.
Luego de algunos videos y la interpretación de la canción “América” con Jairo y Julia Zenko, llegó el momento de las declaraciones. El presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz, les deseó suerte a los países participantes y recordó los inicios de la copa, con los torneos sudamericanos allá por 1916.
Leoz manifestó que la Copa América “vuelve a la casa que la vio nacer”. Luego del paraguayo, le llegó el turno al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, quien agradeció el apoyo de las autoridades provinciales y especialmente a Daniel Scioli.
Finalmente, tras los bailes típicos de cada uno de los países, sí, el turno de la verdad. El sorteo.
Con la atenta mirada en primera fila del entrenador argentino, Sergio Batista, y su ayudante de campo, José Luis Brown, y cuando la primera bolilla marcó Colombia, cruzaron miradas cómplices, quizás ya imaginando el partido.
La segunda bolilla para el grupo de la selección nacional fue Japón y el mánager Carlos Bilardo sonrió de manera espontánea.
Finalmente, con la confirmación del que el tercer integrante del grupo A será Bolivia, la suerte de la selección argentina y de todas las selecciones participantes quedó definida y sólo queda que comience a correr la pelota.
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