La primera misión no tripulada que el gigante asiático realizó a la Luna y con la que se convirtió en la tercera nación en hacerlo tras Estados Unidos y Rusia resultó un éxito. El vehículo experimental, que aunque no tiene nombre oficial ha sido apodado como “Xiaofei” en las redes sociales, aterrizó en Siziwang, en la región autónoma de Mongolia Interior la madrugada de ayer, según informó la agencia oficial Xinhua.
Se trata de la primera sonda desarrollada por China para volver al planeta y cuyo objetivo es ensayar las tecnologías de retorno, como el control de la navegación o el escudo de protección contra el calor generado por el reingreso en la atmósfera, de cara a aterrizar en la Luna en el futuro.
Los equipos preparados en Mongolia Interior han podido recuperar el equipo en la zona donde se preveía su aterrizaje, a unos 500 kilómetros de Pekín.
Lanzada el pasado viernes, la sonda china ha atravesado 840.000 kilómetros durante su misión de ocho días, durante los que ha podido tomar “increíbles fotos” de la Tierra y de la Luna, según destacan los medios oficiales.
Los resultados obtenidos servirán para el desarrollo de la sonda Chang’e 5, prevista para 2017, y con la que China pretende alunizar, tomar muestras y volver a la Tierra.
Las sondas Chang’e 1 y 2, lanzadas respectivamente en 2007 y 2010, realizaron órbitas alrededor de la Luna, mientras que la Chang’e 3 aterrizó en la superficie lunar en diciembre del año pasado con el vehículo científico Yutu. La sonda Chang’e 4 fue desarrollada como vehículo de reserva de la Chang’e 3.
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