Ciudad

Hay música y ganas pese al virus

Son 20 músicos rosarinos: hicieron la grabación colectiva y colaborativa de “Volveremos a brindar”

Los intérpretes locales, que atraviesan un complicado momento económico por el aislamiento social, se pusieron de acuerdo para grabar el tema de la cantante Lucía Gil, que la española incorporó a su canal de YouTube


Una veintena de artistas de Rosario se unieron, en la particular manera que se puede en medio de la cuarentena, para la versión local de la canción “Volveremos a brindar”, compuesta por la actriz y cantante Lucía Gil, que la española incorporó a su canal de YouTube.

Los músicos rosarinos, que atraviesan un momento económico complicado por no poder presentarse en las salas locales, se mantienen en acción, aunque sin ingresos, con presentaciones en vivo en plataformas y redes sociales. Ahora, y con “la intención de llevar un mensaje de unidad y esperanza”, combinaron sus voces para una interpretación colectiva de “Volveremos a brindar”.

De la grabación colaborativa participaron Rodrigo Villegas, Marcelo Moyano, Ariel Glaser, Pilar López, Daniela Ratti, Florencia Herrera, Franco Stange, Pancho Chevez, Rodrigo Alk, Romina Amodeo, Diego López, Agustina Porcelli, Mauro Luna, Damián Azurza, Fernando Pérez, Daniela Morelli, Julia Fernández, Victoria Pontarolo, Marina Giacobbe, Luciano David y Majo Tesei.

La idea original, que de inmediato sumó cómplices, fue de Franco Stange, vocalista de la banda “Sin Razón”, quien además editó el video. A quienes aceptaron el convite, les envió la estrofa que les sugería interpretar. Y el combo se armó con los videos que cada uno le acercó.

Un colectivo en problemas

El cierre de los escenarios habituales por las necesarias medidas de aislamiento para contener la pandemia de covid-19 afecta a todos, pero en particular a los artistas populares que no tienen grandes contratos ni cuantiosos ingresos por derechos de autor, entre otros recursos para resistir la crisis sanitaria y económica.

Algunos de ellos expresaron en un video la complicada circunstancia que les toca vivir, porque dependen de presentaciones “presenciales” hoy prohibidas. Igual, mantienen el contacto con sus públicos, más numerosos o reducidos, a través de las redes sociales o plataformas de streamming. Claro que sin la devolución económica de la que dependen para continuar. Por ahora, resisten

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