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Saga del sur

Soldadito de los entonces aliados Ungaro y Funes sumó pena por ordenar muerte desde la cárcel

Brian "Pocha" Sánchez tiene 24 años y purga una condena a 20 por dos crímenes. Ahora sumó 16 como instigador del ataque a tiros que sufrió un joven llamado Uriel en octubre de 2020 en un monoblock del Fonavi de Hipócrates al 4600. Sus órdenes quedaron en el celular del tirador, que fue detenido


El ataque tuvo lugar en un monoblock del Fonavi de Hipócrates al 4600.Archivo

Brian Ismael “Pocha” Sánchez tiene 24 años y se encuentra preso desde febrero de 2017, cuando entró herido de un tiro en la espalda al Hospital Eva Perón y le saltaron varios pedidos de captura. Desde diciembre de 2019, el Pocha purga una condena a 20 años por dos crímenes y dos tentativas de homicidio, hechos de sangre cometidos cinco años atrás en el marco del conflicto entre el grupo entonces conformado por los clanes Ungaro y Funes contra la alianza Caminos-Segovia.

Ahora Pocha sumó una nueva condena en juicio abreviado como instigador del ataque a tiros que sufrió Uriel Rodríguez en octubre de 2020 en un monoblock del Fonavi de Hipócrates al 4600.

El acuerdo a 16 años de prisión fue presentado por el fiscal Alejandro Ferlazzo, el defensor público Marcelo Folch y fue homologado por un tribunal. Así, la sentencia se unificó en 36 años.

Al firmar la sentencia los jueces Facundo Becerra, Hebe Marcogliese y José Luis Suárez mandaron un oficio al Servicio Penitenciario “para que mantenga los cuidados y resguardos ya dispuestos sobre el condenado a fin de que no tenga acceso al uso de teléfonos celulares”.

El 26 de octubre de 2021, Uriel –hermano de un hombre apodado Diente de Lata asesinado en 2014–recibió tres tiros en un departamento del segundo piso del núcleo 13 del Fonavi, y el secuestro del celular del tirador, Emanuel Fernández (detenido el día del hecho y ya preso e imputado), alumbró el trasfondo del atentado, de acuerdo con la investigación del fiscal de Ferlazzo.

“Pegale al que salga. Si sale un chico, pegale igual. Te paso más confites y vamos a hacerlo de cheto, boludo. Así me dejo de renegar. Sabés que es un segundo. Al primero que salga, amigo. No quiero renegar.”, fueron las instrucciones del recluso, según la prueba recuperada del teléfono.

“A la bici la dejás a la vuelta del núcleo y te vas corriendo y agarrás la bici al toque. Es re fácil, puto. La haces al toque. Yo ahí mataba caminando en ese Fonavi, boludo”, conminó al tirador.

En la misma causa fue acusada en octubre de 2021 Gisela “Paquete” Gutiérrez”, madre de la joven Mariel Lezcano, la chica que fue asesinada el pasado 13 de octubre en Ayacucho 4389, crimen por el que fue imputado otro convicto, Alan Funes, quien supo ser aliado de Pocha en otros tiempos.

La Paquete se encuentra en prisión preventiva como partícipe necesaria del ataque a Uriel Rodríguez, quien falleció tiempo después aunque por razones ajenas al ataque.

Por tres crímenes, condenan a 20 años a Pocha Sánchez, gatillero de zona sur

“Está todo en lo de la Paquete. Ahí te va a mostrar todo el sistema”, le dijo Pocha a Fernández para indicarle dónde buscar a la “pico” (pistola). Y precisó: “Tiene cuatro confites (balas). Andá a buscarla así la tenés ahora. Te paso más confites y vamos a hacerlo de cheto”

A cualquiera

Para Ferlazzo, Pocha “ordenó desde su lugar de detención donde cumple condena por diversos hechos de homicidio, la totalidad del ataque con arma de fuego que Emanuel Fernández debía ejecutar contra Carlos Alberto “Viejo Betín” Rodríguez, su hijo Uriel Rodríguez y/o a cualquier persona que se le presente”.

Es así que Pocha coordinó con la apodada Paquete la entrega a Emanuel Fernández la pistola calibre 9 milímetros con la que luego cometió el hecho; también le pidió a la mujer que le individualice a Emanuel Fernández las personas a las que debía dispararles, el lugar en donde se encontraban, y para que colaborara con la ejecución del encargo.

Clave en la investigación para llegar a Paquete y a Pocha fueron las conversaciones extraídas del celular secuestrado a Fernández al ser aprehendido a unas seis cuadras del ataque, en Sánchez de Thompson y Abanderado Grandoli. El dermotest sobre sus manos y el peritaje a la pistola secuestrada arrojaron resultados positivos, señaló la evidencia.

Pocha firmó abreviados en 2019 por los crímenes de Alberto Luis “Cachi” Ruiz Díaz; Walter “Kuchy” Mena y el quiosquero Sergio Cecchini, además de dos tentativas de homicidio. Por ello está condenado a 20 años de cárcel. Ahora la sentencia se unificó en 36. Y el Tribunal exigió al Servicio Penitenciario de Piñero que Pocha no tenga acceso al uso de teléfonos celulares.

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