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Viajar de noche

Sofía y el taxista: una denuncia desestimada y un contexto que explica dos miradas de la situación

En la madrugada del lunes, una joven toma un taxi, escucha al chofer hablar por celular e interpreta que es en clave. Siente miedo y se baja antes. Lo cuenta en un video y lo denuncia; el chofer narra la secuencia. No hubo delito, dice un fiscal. ¿Es fácil para una mujer moverse sola en la ciudad?


El fiscal Ramiro González Raggio resolvió desestimar la denuncia presentada por Sofía, una joven de 23 años, contra un taxista por presunto intento de secuestro, tal como la Justicia penal encuadró el relato de la chica que sintió que estaba en peligro.

El fiscal tomó la decisión tras chequear los audios que el taxista puso a su disposición, el recorrido de GPS del coche de alquiler y el relevamiento de cámaras de seguridad en el trayecto de poco más de diez cuadras.

El funcionario entendió que las constancias y los dichos, tanto de la denunciante como del denunciado, y la evidencia objetiva recabada en la investigación no presentan elementos que configuren un delito penal.

Entender por qué Sofia malinterpretó una conversación que escuchó de un chofer de taxi sirve para conocer la realidad que viven muchas chicas. Volver sola a casa de noche puede volverse una odisea. Los temores con los que conviven las mujeres gracias a la violencia machista no son descabellados e irreales.

Cuidar el lugar por el que se vuelve a casa, con qué movilidad, llamar a tu amiga cuando llegás, pasar el número de chapa del taxi o remís que te tomás tienen un porqué. La viralización del video que hizo Sofía dejó entrever esa carga extra que las mujeres deben soportar a cambio de moverse libremente.

La investigación penal determinó que Sofía y el taxista decían la verdad: la lupa con la que cada uno vivió la situación marca la diferencia. Cuestionar a una chica que se asustó no soluciona el problema; por el contrario, estigmatiza. Entender su realidad y la de muchas jóvenes ayuda a internalizar lo que aún nos falta cambiar como sociedad.

El caso

Este lunes por la madrugada Sofía se subió a un taxi en España y Pellegrini. En el trayecto escuchó al chofer mantener una conversación sobre comida, lo que entendió como una charla en clave que podría esconder un intento de secuestro.

La chica se asustó y se bajó Entre Ríos y 27 de Febrero. El taxista le preguntó qué le pasaba y ella, aterrada, pagó y se fue. Sofía cuenta en un video que se hizo viral que el hombre se quedó en la esquina mandando un audio, lo que interpretó como un aviso de que se había bajado, entró en pánico y pidió ayuda a unos chicos que la auxiliaron.

La joven hizo la denuncia en Fiscalía y el caso quedó en manos del fiscal González Raggio. La exposición pública de la situación llegó a oídos del taxista, que se presentó en forma espontánea en el Ministerio Público de la Acusación.

El chofer contó la misma secuencia y explicó que hablaba con su hijo de lo que iban a cenar esa noche, comida que iba a pasar a buscar por una rotisería. También puso su celular a disposición del fiscal, igual que el de su hijo, donde se corroboró que la conversación existió.

Además la Fiscalía constató el recorrido del GPS de su coche, el lugar donde fue a buscar los alimentos e hizo un relevamiento de las cámaras de seguridad que corroboraron que se trató de un mal entendido.

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