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Socios de la UCR rechazan rol secundario en el Acuerdo

“No queremos ser la cola del radicalismo”, dijo ayer Margarita Stolbizer, en consonancia con el PS.

Está claro que para la Coalición Cívica no será sencillo terminar de armar el frente con el que pretenden destronar al kirchnerismo del poder. A las contradicciones propias de la UCR, donde conviven un proyecto más “progresista”, encarnado por el diputado Ricardo Alfonsín, y uno más “conservador”, que lleva adelante el vicepresidente Julio Cobos, hay que sumarle las resistencias del socialismo y el GEN a jugar como simples acompañantes del aparato y la estructura radical.

Margarita Stolbizer, líder del GEN (Generación para un Encuentro Nacional), salió ayer a dejar clara su posición: “El partido (radical) sueña con la recuperación y eso está bien, pero se piensa a sí mismo con la capacidad de ganar una elección y quedarse con el poder en todos los lugares, y eso no nos gusta nada”, dijo en declaraciones a Radio 2.

Stolbizer se suma así a la misma actitud desafiante del senador Rubén Giustiniani, presidente del PS, quien se reunió con el líder de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, desoyendo los dichos deltitular de la UCR, Ernesto Sanz, quien había afirmado que con el cineasta no iba “ni a la esquina”.

Fue el mismo Pino quien apareció ayer para embarrar un poco más la cancha: “(Hermes) Binner tendrá que elegir entre los radicales o nosotros”, señaló, para luego agregar que el socialismo y el GEN “se equivocan al ir detrás del radicalismo” y consideró que de esta forma “van al fracaso”.

Palabras más, palabras menos, fue parte del concepto que utilizó Carrió cuando decidió dar el portazo del Acuerdo Cívico, y pronosticó que el espacio opositor iba camino a repetir la alianza. 

Pese a la distancia que mantiene con Carrió, las declaraciones de ayer de Stolbizer fueron en el mismo sentido: “No queremos ser la cola del radicalismo. Queremos trabajar con la UCR pero no acompañando sino coparticipando en el armado de una alternativa política”, expresó.

“No se trata de que los partidos pequeños acompañen a uno grande, ni por afinidades personales ni por reparto en las listas. Sino de un programa que nuclea a los sectores progresistas”, abundó Stolbizer, quien insistió con el pedido de “horizontalidad”.   

Las declaraciones de Stolbizer se inscriben en la lucha que el socialismo y el GEN pasa por no dejarse absorber por la estructura del radicalismo, y a la vez poder negociar con mejores armas un espacio en la Coalición Cívica. De allí la necesidad de fogonear el nombre de Solanas, la amenaza latente que ayudaría a pulsear con más potencia la orientación y los nombres que conformen la oferta política para el próximo año.

Solanas al acecho

El líder de Proyecto Sur volvió a reiterar ayer la necesidad de “conformar una alianza de fuerzas” y definió a su espacio como una “alternativa al bipartidismo”.

Para el cineasta “buena parte de las organizaciones sociales están esperando la construcción de una alternativa”, y pidió construir “una alianza de fuerzas con experiencia y con territorialidad”, entre las que nombró al socialismo santafesino y al “juecismo”, el espacio del senador Luis Juez,  en Córdoba.

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