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Social Lux, a paso firme: ascendió a la A1 de inferiores tras gran temporada

Mercadito ascendió a la A1 de inferiores al lograr una muy buena temporada con los pibes.


Social Lux tendrá un fin de año súper feliz. Y la razón fundamental se basa en lo logrado por las inferiores durante esta temporada. Los pibes de Mercadito obtuvieron la otra plaza en juego en la A2 de la Rosarina para jugar en 2018 en la A1 y de esta manera tener la chance de cruzarse con Newell’s y Central, los dos equipos más poderosos de la ciudad. El momento esperado se dio una fecha antes del final del torneo cuando enfrentó a Pablo VI.

El trabajo en equipo fue clave para que el Verde de barrio Ludueña consiga el objetivo que hace un par de años viene persiguiendo. Porque si bien no tuvo ninguna categoría campeona en la temporada el andar de las cinco divisiones resultó el mejor de los resultados. Cuatro de ellas consiguieron estar entre los tres primeros y la otra fue quinta por una derrota en la última fecha del campeonato, pero siempre se mantuvo en el podio a través de la temporada.

Ariel Cabrera, pieza clave de este logro, tomó la coordinación de los juveniles a mediados de enero con la firme intención de poner a la institución en el lugar que se merece. Primero dialogó con los entrenadores y les explicó la forma de trabajo. Luego puso en marcha la pretemporada haciendo eje en la preparación física, bajo su supervisación, que terminó siendo clave a lo largo del año.

La otra pata de la mesa fue la de los jugadores del club, que entendieron el compromiso y que a medida que pasaban las fechas fueron intuyendo que algo bueno podía venir. El sentido de pertenencia de los chicos, muchos iniciados en el fútbol infantil, fue parte fundamental del logro.

El tercer eslabón fueron los directores técnicos, que supieron comprender a Cabrera a lo largo del año y que a pesar de no tener el tiempo suficiente para entrenar le dieron siempre para adelante. Creyeron en el proyecto y el resultado fue el mejor.

Y por último, los dirigentes también aportaron en este logro color esperanza. Dándole la confianza al coordinador para que pueda hacer su trabajo tranquilo. Con la compra de materiales a la hora de entrenar. Sin que falta nada en cada práctica o jornada.

Ahora viene, quizás, lo más difícil de todo cuando un equipo o un club logra un ascenso sea la divisional que sea: mantenerse. Y para eso hay que dar un salto de calidad en todo sentido.