José Odisio
Newell’s afrontó ante River el primer partido del año sin Maxi Rodríguez en cancha. Y perdió el invicto de Bidoglio.
Que haya sido en el Monumental ante el campeón de América es un justificativo razonable para pensar que la derrota era posible, incluso con la Fiera dentro del campo de juego. Pero el gran dilema para Bidoglio es cómo reemplazar a Maxi sin que el equipo cambie tanto.
Antes de enfrentar a River el entrenador probó varias opciones. Figueroa, el pibe Moreno y Fydriszewski fueron las alternativas que ensayó. Y a la luz del resultado eligió la incorrecta.
Hay una realidad irrefutable. Sin Maxi en cancha Newell’s pierde un socio para Formica. Y al no estar Figueroa, el Gato queda muy solo, y no rinde. Y la consecuencia inmediata es que Newell’s entrega la pelota al rival, y el estilo que propone Bidoglio necesita del balón.
Bidoglio confía en Fydriszewski, es su nueve, pero hoy Alexis Rodríguez no puede salir del equipo. Entonces, el DT no debe entrar en la terquedad de incluir igual al Polaco y resignar tenencia de pelota, algo que va contra su idea de juego.
Con Talleres no estará Maxi. Y su lugar deberá ser ocupado por Figueroa o Moreno. El Negro parece estar pagando caro su flojo Clásico, pero cada vez que ingresa cumple. Y el juvenil se muestra como una pieza interesante, aunque ponerlo desde el inicio puede ser demasiado.
La jerarquía de Maxi es irremplazable. Su aporte fuera y dentro de la cancha también. Pero el sábado no estará, y Bidoglio tiene que hacer que el equipo funcione sin él. Y no morir en el intento.
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