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Sobre la década ganada y el desafío de lo que viene

"El gobierno nacional ejecutó el plan de obras públicas más grande de toda la historia del país", destaca Ramos.

Si hoy estamos transitando el camino del desarrollo económico con igualdad de oportunidades e inclusión social es porque hay un modelo de país con un Estado presente que propicia la integración de todas las regiones y que atiende las necesidades de su población. Los argentinos no debemos olvidar algunos números que formaron parte de la realidad, de todos: 54 por ciento de pobreza, 25 por ciento de desocupación, una industria nacional quebrada por falta de competitividad, los salarios y jubilaciones más bajos de toda la región y las paritarias congeladas por años; una deuda externa del 140 por ciento del PBI y la soberanía sobre la política económica, energética, financiera y monetaria en manos de los organismos financieros internacionales.

Luego de una década, el modelo de país que el gobierno nacional impulsa ha logrado que la desocupación baje al 7,9 por ciento, creando cinco millones de puestos de trabajo. Los salarios y jubilaciones son los más altos de toda la región, la cobertura jubilatoria alcanza al 95 por ciento de los integrantes de la tercera edad. Se entregaron 3.500.000 asignaciones universal por hijo. El descenso de la pobreza llevé el porcentaje a un dígito, la economía y la industria nacional tuvieron el crecimiento acumulado más grande de toda la historia del país. Mientras la Argentina creció al 8 por ciento anual en promedio, el mundo lo hizo al 3,9 por ciento y América latina al 4,1 por ciento. La deuda externa total representa tan sólo el 30 por ciento del Producto Bruto Interno, siendo la deuda pública externa el 13,7 por ciento del PBI.

Todos estos números son indiscutibles. Tanto Néstor Kirchner como la presidenta Cristina Fernández tomaron las decisiones necesarias para los jóvenes que no tenían futuro, para los dos millones de abuelos que no tenían jubilación, para los cinco millones de argentinos que no tenían trabajo, para los 20 millones de argentinos que estaban sumergidos en la pobreza y para la industria nacional que estaba quebrada por falta de competitividad e infraestructura y por un Estado ausente.

El gobierno nacional ejecutó el plan de obras públicas más grande de toda la historia del país, con una inversión acumulada a la fecha de 330.000 millones de pesos. Mientras el PBI del país registró un crecimiento acumulado de 83 por ciento desde el año 2003, el sector de la construcción creció 125 por ciento, es decir 42 puntos por arriba de ese 83 por ciento.

Los próximos tiempos serán un gran desafío para la Argentina porque queda mucho por hacer para continuar creciendo y consolidando lo alcanzado con más desarrollo, integración, trabajo e inclusión social.

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