A pocos días de su estreno rosarino (se conoció el pasado jueves), y luego de haber pasado por salas de Buenos Aires, Córdoba y San Juan, Las muchachas, película de la documentalista rosarina radicada en Buenos Aires Alejandra Marino, regresa esta noche al cine Arteón (Sarmiento 778, Espacio Incaa Rosario) para ofrecer, en dos funciones (a las 19 y 21), las últimas dos pasadas en la histórica sala local y en la ciudad, al menos por el momento.
El film, que retrata a las mujeres peronistas a partir de un particular abordaje, busca echar luz sobre aquellas jóvenes que fueron convocadas por Eva Perón a mediados de la década del 40, para censar a todas las mujeres argentinas a lo largo y a lo ancho del país. “Ellas, militantes apasionadas que trabajaron junto a Evita en pos del voto femenino y fundaron el Partido Peronista Femenino, hoy narran sus experiencias inéditas convocando imágenes desconocidas de nuestra historia en este documental”, dice la sinopsis argumental del film.
A la hora de comenzar la investigación que daría lugar al largometraje, Alejandra Marino se paró sobre el trabajo que había llevado a cabo durante esos años la Fundación Eva Perón para tratar de entender el acercamiento del Estado a las necesidades de la gente, pero según contó, desde allí fue viviendo nuevos descubrimientos. “Cuando empecé a investigar eso, me encontré con una mirada sobre Eva que desconocía, que es la de una mujer amiga, estratégica para hacer política, compañera de sus compañeras”, dijo la realizadora en diálogo con el programa Aire público, que se emite de lunes a viernes, de 9 a 11.30, por Radio Nacional Rosario, y prosiguió: “Era alguien que estaba lejos de esta política exaltada que uno ve a veces en algunas miradas ficcionales acerca de ella”.
Con el auspicio del Archivo Nacional de la Memoria, la Biblioteca del Congreso de la Nación, el Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón y el Museo Eva Perón, la directora rememoró la génesis de su proyecto. “Estaba en el Museo Eva Perón y observé una gigantografía de Evita rodeada por chicas de su edad en una situación de trabajo. No registraban al fotógrafo, y a mí eso me llamó mucho la atención. Pensaba si alguna de esas personas estaría aún viva y decidí investigar el tema”, contó.
Fue así como, entre diversas exploraciones, Marino se encontró con algo que le llamó mucho la atención. Se trataba del Partido Peronista Femenino. “Como la mayoría de la gente, yo lo desconocía, porque es un partido inédito, formado solamente por mujeres, a las que le daban una cabida muy directa dentro de la política”, relató la cineasta, al tiempo que confió: “Las 23 mujeres que Eva elige para recorrer las provincias haciendo un censo, serán luego las primeras diputadas que tendremos los argentinos”.
Según cuenta la sinopsis de la película, esas muchachas conocieron a Eva más allá del mito, revelando secretos y contando su apasionada militancia, iluminando la historia. “Tuve la fortuna de encontrar a algunas de ellas”, dijo Marino, quien recordó que había dos mujeres que trabajaron específicamente en Santa Fe y Rosario. “Una que estaba en Tucumán fue directamente enviada por Eva a Santa Fe, porque decía «en Tucumán hasta las piedras son peronistas», y fue así que la mandaron acá porque esta siempre fue una provincia difícil”, dijo Marino entre risas.
En 1955, la sociedad argentina se debatía en una clara división de opuestos entre los que se consideraban aliados a Perón o “peronistas” y los que, por el contrario, se oponían al modelo sin más, y despectivamente eran llamados “gorilas”. “En ese año, se produce una diferenciación social enorme y de alguna manera uno es producto de esas prohibiciones”, dijo la directora.
Aquellas muchachas hoy son jóvenes, “porque un brillo les chispea en la mirada”, apunta el resumen del film, “es un destello que los años no apagaron y que persiste desde que Eva Perón las convocó para que trabajaran junto a ella”, dice la realizadora.
“La producción y realización de este film fue muy emocionante, y marca un antes y un después en mí como directora, por el aprendizaje que tuve a través de él. Ahora, cada vez que pienso «no tengo ganas de seguir peleando», inmediatamente me acuerdo de esas muchachas”, reconoció Marino.
Similitudes de dos “capitanas”
La ardua investigación que llevó adelante la directora para la realización de este documental, le habilitó un conocimiento profundo acerca del tema. “Una vez me preguntaron si podía encontrar similitudes entre la figura de Eva y Cristina (Fernández de Kichner). Encuentro diferencias y similitudes, y la primera es el odio que (ambas) desencadenan. En principio, tienen como coincidencia muchas decisiones políticas, pero también, en tanto mujeres, el insulto hacia ellas es diferente”, analizó.
Asimismo, Marino se animó a trazar un puente entre las dos líderes políticas a partir de acciones que, según ella, podrían leerse cercanas: la recuperación de YPF y el sufragio femenino. “Cuando Eva empieza a trabajar para conseguir la ley de sufragio femenino muchas que habían bregado por eso, como Victoria Ocampo, decían «ahora no». Hoy encuentro cierta analogía con la nacionalización de YPF. Me refiero a analogías que tienen que ver con decisiones políticas que son muy fuertes y que marcan un antes y un después en la historia del movimiento”, concluyó.
Una gira por el país
A partir de un recorrido que se inició en Buenos Aires, la película seguirá encontrando nuevas salas en su recorrido federal y desembocará, como la mayoría de los documentales digitales producidos por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), en el canal de televisión digital Incaa TV.
Según contó la directora Alejandra Marino, Las muchachas también tiene otro circuito alternativo que posibilita un abordaje distinto. “A veces, diferentes agrupaciones, me piden el film para proyectarlo, y en ocasiones voy yo misma a presentarlo, lo que permite que se genere un debate muy interesante. Es una película que genera un intercambio que a veces los directores no solemos tener con el publico”, expresó.
Comentarios