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Sobre el límite, fue intenso el final de la campaña en Salta

Sabrina Pont y Matías Ortega (enviados especiales).- Publicidad callejera, stands y grupos de jóvenes uniformados con ropa de los candidatos fue el escenario antes de la veda en la capital salteña. Un candidato hasta se animó a utilizar caretas con su rostro. La vedette: el voto electrónico.

Con la intención de sumar hasta último momento la mayor cantidad de votos posible, el variado compendio de agrupaciones políticas que participarán de las elecciones del domingo desplegó por las calles de Salta una intensa campaña que presentó, además, algunas curiosidades.

La Plaza 9 de Julio, centro político de la capital salteña, se inundó de militantes que apostados en carpas instaladas sobre las calles peatonales repartían boletas y consignas. Una pingüina inflable gigante – banda presidencial incluida, labios y pestañas pintadas- se destacaba entre la multitud; era parte del stand del candidato kirchnerista a intendente Miguel Isa.

Hasta allí nada fuera de lo común. Pero hubo ciertas particularidades. Gran parte de los candidatos optó por las misma estrategia de lanzar a las calles grupos de jóvenes vestidos con remeras y gorras que reflejaban los nombres de los postulantes. Caminaban en banda sin rumbo fijo. Tal vez el más original fue Isa, quien mandó a hacer caretas con su rostro.

La ciudad de Salta es la más grande de la provincia y por ende la de mayor incidencia en el padrón: cerca del 40%. Por eso es clave para quienes aspiren a la gobernación hacerse fuertes allí. Carteles y locales partidarios se despliegan por todo el lugar.

Particular, como siempre, el acto de cierre de campaña del candidato Alfredo Olmedo que el miércoles montó un escenario donde se presentaron el grupo Ráfaga y Gladys la bomba tucumana. Con ella el sojero se animó a bailar y cantar el hit reversionado La campera amarilla, en alusión a su indumentaria estridente. También repartió miles de gorras y hasta sorteó una camioneta 4×4. Según qué fuentes se consulten el número de los asistentes varía: la policía habló de 3.500; el diputado dijo que fueron 25.000. Esa noche Olmedo la terminó en un bar de La Balcarce, la zona por excelencia de la actividad nocturna.

En contraste, el gobernador Juan Manuel Urtubey, más allá de los típicos afiches, no realizó una campaña tradicional. Sólo se mostró en actos vinculados a su administración. En conferencia de presa explicó que optó por esa estrategia porque su propuesta está demostrada en la actividad de su gobierno, y no cree que sea correcto utilizar fondos millonarios para promocionarla.

La veda electoral le devolvió la calma a las calles. Sus pobladores, a su vez, no demuestran un entusiasmo exacerbado por los comicios, aunque muchos se entusiasman con la experiencia de utilizar el voto electrónico, que es hoy por hoy, la vedette de las elecciones.

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