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Siria sigue partida y la policía matando

Marchas a favor del gobierno generaron otras opositoras, con más de 7 decesos.

Miles de empleados públicos y miembros del partido oficialista Baaz marcharon ayer en apoyo del presidente sirio, mientras el gobierno anunciaba la ampliación de una amnistía para presos políticos, en tanto manifestantes opositores eran atacados por policías, dejando un saldo de al menos siete personas muertas.

Los manifestantes desfilaron por el centro de Damasco portando fotos del mandatario, Bashar al Assad, quien ayer pronunció un discurso en el que prometió vagas reformas y acusó a los opositores de formar parte de una “conspiración extranjera”.

Simpatizantes del régimen del presidente Assad y manifestantes que exigen su renuncia chocaron ayer en tres ciudades sirias, y las fuerzas de seguridad abrieron fuego, matando al menos a siete personas, entre ellas un adolescente, informaron activistas.

Los nuevos hechos de violencia ocurrieron mientras el gobierno intenta contrarrestar con movilizaciones masivas una rebelión popular que lleva tres meses y en la que opositores demandan cambios democráticos.

Numerosas personas recibieron ayer a la mañana mensajes en sus teléfonos celulares convocándolas a la manifestación a favor de Assad, con lemas como “Que el mundo oiga nuestra voz” y “Siria es nuestro país”.

Mientras se registraba la marcha, la agencia estatal de noticias Sana precisaba que la nueva amnistía ampliaba la decretada en mayo. La medida, que en algunos casos supone la libertad y en otros la reducción de la pena a cumplir, será ahora válida para actos cometidos antes del 21 de junio. Se ignora cuántos presos serían beneficiados.

“Es parte de una obra de teatro, igual que el discurso que dio ayer en la Universidad de Damasco”, señaló un activista sirio que vive en Turquía.

La oposición cree que desde el inicio de las protestas contra el régimen a mediados de marzo fueron detenidos unos 12.000 opositores al gobierno.

En su discurso de anteayer Assad señaló: “No nos dejamos dar lecciones por nadie, sino que somos nosotros quienes queremos dar lecciones”, lo que fue interpretado como una referencia a Turquía, que en los últimos meses urgió a Damasco a imponer reformas democráticas.

Assad no cuestionó el papel dominante del Baaz y calificó además de “extremistas islámicos” a los activistas contra su régimen.

Tras el discurso del mandatario, hubo nuevamente protestas en varias provincias del país contra Assad. En Damasco y Alepo se registraron sólo pequeñas concentraciones, mientras que los centros de las protestas opositoras fueron las ciudades de Daraa, Idlib, Homs, Hama y Deir al Sor.

Los comités locales de coordinación que dan seguimiento al movimiento de protestas en Siria dijeron que un niño de 13 años de edad fue muerto cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes antigubernamentales en la plaza principal de la central ciudad de Hama.

Según las organizaciones de derechos humanos sirias, desde el inicio de las protestas a mediados de marzo murieron 1.310 civiles y 341 miembros de las fuerzas de seguridad.

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