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Sin hipocresías: Ana Prada y Pata Kramer apuestan a las “cabezas del futuro”

Las uruguayas Ana Prada y Pata Kramer analizan la actualidad del singular dúo que integran y hablan de las particularidades de su país, donde el consumo de marihuana y el aborto son legales.


“Creo que una de las causas de que Uruguay sea un país un poco más progresista que el resto es que la Iglesia se separó del Estado a principios del siglo XX”, opinó Ana Prada a poco de llegar a Rosario donde tocará junto a la también uruguaya Pata Kramer, en el marco del ciclo De Par en Par que lleva adelante Plataforma Lavardén.

En el concierto, sus seguidores locales podrán revivir la experiencia de sus shows en conjunto, esos con los que supieron irrumpir en los locales uruguayos hace más de 15 años.

Ana Prada y Pata Kramer tocarán juntas este sábado, a partir de las 21.30, en el Teatro de la Plataforma Lavardén, de Mendoza y Sarmiento, en el marco del ciclo De Par en Par.

En ese momento, tocaban las canciones de Pata (Ana aún no componía) y de otros autores; así juntaban algo de plata para pagar la universidad. Con el tiempo, el proyecto empezó a crecer y se hizo bastante conocido. Sin embargo, por esas cosas de la vida y de los “egos”, como ellas mismas dijeron en alguna oportunidad, se disolvió.

Ana editó tres exitosos discos en solitario: Soy sola, Soy pecadora y Soy otra. Y Pata dos: Un par de intentos y Sostén.

Después de varios años, con un camino recorrido individualmente, la vida las volvió a juntar y ellas revivieron Pata Vs Kramer como dieron en llamar al dúo, con el que realizaron una gira de conciertos (que pasó por Argentina) denominada Canciones yeguas, un compendió de temas fuertes, que hablan desde el despecho y dicen cosas provocadoras, según ellas mismas definieron en el marco de aquella gira.

Esta noche, los aires litoraleños del canto de Ana Prada y el rock y el tango que subyacen en la música de Pata Kramer, se volverán a unir. Y antes de arribar a Rosario, aún en Uruguay, las compositoras e instrumentistas respondieron juntas y vía mail (claramente, algo infrecuente), algunas preguntas a El Ciudadano.

—¿Cuál es la actualidad artística de la dupla Prada-Kramer?

—(Pata) Musicalmente, es una dupla con pasado y con futuro, pero la verdad, sin actualidad. Surge este toque en particular (en Rosario) dentro del marco de un ciclo de dúos (De Par en Par).

—(Ana) Y, “queda brasita mi amor, soplo y se enciende”, así que dijimos que sí.

—¿Cómo será el show?

—(Pata) En Rosario, vamos a hacer lo que mejor nos sale cuando nos dejan solas en un escenario: deshacer todo lo planificado.

—(Ana) Sí, es cierto, en 2016, cuando giramos mucho como dúo, teníamos la contención de Ariel Polenta como tercero en discordia, pero ahora somos un peligro. Nos conocemos mucho, hace muchos años, y eso nos permite una libertad extra.

—(Pata) Vamos a hacer canciones de cada una, canciones que venimos componiendo juntas, y lo que la noche disponga.

—¿Qué las mantiene unidas?

—(Ana) No sé qué nos mantiene unidas… yo también me lo pregunto. Se ve que en algunas cosas conectamos, pero en muchas cosas somos muy distintas. Quizás eso, que somos muy distintas.

—(Pata) Tampoco sé qué nos mantiene unidas, pero no creo que seamos muy distintas en las cosas importantes y bastante diferentes en las otras; eso genera un vértigo muy cómodo.

—Vinieron a Rosario con sus “Canciones yeguas” ¿Siguen definiendo así su repertorio?

—(Pata) Fuimos a Rosario una sola vez con Canciones yeguas, dentro de la gira 2016 por toda la Argentina. Volvimos a ir juntas pero a acompañar la presentación de #NiUnaMenos de Itatí Schwartzman. Ana sí ha ido muchísimas veces, y algunas de esas he tenido la suerte de estar ahí y de ser invitada a cantar alguna canción.

—(Ana) “Canciones yeguas” fue el nombre de ese show en particular, ahora, para De Par en Par, vamos con otras canciones.

—(Pata) Eso no significa que no sean yeguas… por lo menos en mi repertorio andan siendo las que sobran.

—El fin de semana pasado se realizó en Chaco un nuevo Encuentro de Mujeres. Ustedes siempre tuvieron presente la lucha de género ¿Por dónde sienten que pasa hoy el principal debate?

—(Ana) Como mujer, agradezco todas las luchas de tantas mujeres desde hace tantos años, queriendo avanzar hacia un mundo mejor. Mi trinchera es el canto y ojalá sirva a otros.

—(Pata) Yo creo que hay dos puntos fundamentales: parar la violencia y educar con menos prejuicios y más libertades. Hay que trabajar en las cabezas del futuro.

—En Uruguay, el aborto y la marihuana son legales ¿Qué hace que sea un país adelantado en ese sentido? ¿Cuál sienten que es el rol de la Iglesia?

—(Ana) No me siento la persona idónea para tratar de describir tanto; creo que una de las causas por las cuales Uruguay es un país un poco más progresista es que la iglesia se separó del Estado a principios del siglo XX. Antes, igual ya hubo leyes que molestaban como el divorcio y más aún, por sola voluntad de la mujer. De todas maneras, no me gusta resumir que “es legal el aborto y la marihuana…”. Hay un trabajo profundo y ancho de políticas que educan y regulan para el bienestar de los ciudadanos, situaciones inevitables. Se trata de dejar de ser un poco hipócritas.

—(Pata) Está todo dicho. Sólo agregaría que mantenerse a salvo de las instituciones o personas que quieren dominar a otros es un trabajo cotidiano. La Iglesia, en Uruguay, sigue opinando sobre todos los temas que siente que le competen. Se necesita mantener siempre claro que es sólo una opinión más, válida, como la de tantas otras religiones que conviven en Uruguay desde casi siempre, pero sin potestades de regular la vida de quienes no creen.

 —¿Están trabajando en nuevos registros discográficos?

—(Pata) Estamos con ganas de generar registro de las cosas nuevas. No sabemos si eso significará discos o alguna de todas las otras posibilidades que brinda la vida moderna. Ni tampoco si sobreviviremos a ese proceso en aquello de “unidas” de las primeras preguntas.