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Simpatía y seriedad informativa

Por Luciana Mangó.- El periodista Juan Pedro Aleart repasa su joven pero promisoria carrera televisiva que lo encuentra en la pantalla de Canal 3 en dos programas.


Proveniente de una familia de periodistas, Juan Pedro Aleart buscó continuar la tradición  y, desde temprana edad, comenzó a trabajar en los medios. “Me gusta aprender a hacer todo. En los medios hice muchas cosas, desde atender el teléfono, pasando por producir, editar y hasta estar en el control”, confesó. Joven y con grandes expectativas, la actualidad lo encuentra al frente del móvil del programa matutino Antes de salir (que comenzará su segunda temporada el próximo lunes) y realizando informes para el noticiero de canal 3 Telenoche, labores en las que intenta conjugar dos aristas: la simpatía y el contacto con la gente, junto con un rol periodístico más serio. En diálogo con El Ciudadano, Aleart habló acerca de su carrera, los medios rosarinos y las perspectivas para un futuro que se augura promisorio.

—¿Cómo fue la experiencia de formar parte de “Antes de salir”?

—La viví con mucha intensidad y alegría. Antes de salir tiene la particularidad de estar integrado por un grupo de gente joven y, por lo tanto, se generaron otras cosas, como compartir momentos fuera del programa. Más allá que levantarse temprano sea duro (risas), disfruto mucho, tanto en el contacto con la gente que se da a partir del móvil, como la relación que entablé con mis compañeros, Agostina Cialdella y Pablo Montenegro, de quienes aprendo constantemente por ser buenos profesionales y buenas personas.

—¿Cómo es estar en la calle?

—Tengo dos roles. Por un lado el que cumplo en el móvil de Antes de salir, y por otro los informes que actualmente estoy haciendo para Telenoche. Estoy casi todo el día en la calle pero son dos cosas diferentes y, a veces, siento que me tengo que “cambiar el chip” (risas). El móvil de la mañana es un lugar donde uno intenta reflejar cómo está la calle y la ciudad en ese momento y, para ello, la mejor manera es hablar con la gente. Si además uno puede entretener a quien está en la casa mejor aún, ya que esa es la esencia del programa. Lo de Telenoche tiene otra arista que también disfruto, aunque muchas veces lo sufro debido a las situaciones difíciles que me han tocado vivir en la calle, donde uno queda expuesto a situaciones de riesgo para las que tenés que estar preparado y las que te tienen que apasionar porque, de lo contrario, no lo haría. En Telenoche tengo un rol estrictamente periodístico que aprovecho para hacer cosas que coincidan con mi intención de cambiar las cosas. Pienso que, quizás, alguno de los informes que hago le puede servir a alguien.

—¿En qué lugar del medio te sentís más cómodo?

—Es una pregunta que estoy tratando de responderme a mí mismo, mientras tanto estoy disfrutando tanto de los móviles como de conducir cualquiera de los programas cuando me toca. Aún no tengo nada definido pero, por el momento, me gusta aprender, la radio me gusta pero la tele me gusta más. En algún momento me gustaría también hacer un programa de FM o escribir.

—Ya tenés tu propio club de fans en Facebook…

— (Risas) Fue una sorpresa. Cuando me la hicieron llegar, por un lado, me pareció simpático, pero, por otro, me preocupé porque no era yo el que escribía. Finalmente las chicas entendieron, lo aclararon y ahora está todo bien.

—¿Cómo conjugás ese perfil con el rol de periodista serio?

—Es raro y difícil, porque tener un club de fans quizás me muestre no tan serio o me sitúe un poco alejado del rol de periodista. Pero como tengo dos roles, uno más cercano a la gente con Antes de salir y otro más serio en Telenoche, trato de dejar que aparezcan dos aspectos de mí, porque me gusta que la gente se entretenga tanto como que se informe.

—¿Considerás que en el noticiero hay espacios para opinar?

—Creo que hay momentos y lugares para hacerlo, pero hay que saber encontrarlos y aprovecharlos. Yo los tengo sobre todo a la noche y con los informes. A la mañana tratamos de no hacer tanto análisis porque la gente a esa hora prefiere saber cómo está el clima o qué está pasando en la ciudad, sin tanto desarrollo.

—¿Cómo ves la televisión local?

—Creo que en el último tiempo la televisión rosarina se ha superado a sí misma tecnológicamente, pero debería en algún momento plantearse hacia dónde va, porque me parece que eso no está muy claro. De todas formas, creo que está sufriendo una transformación a partir de la entrada de gente joven  y, afortunadamente, estoy incluido en ese cambio. Ojalá eso le sirva, pero me parece que en algún momento debería dar un salto y ubicarse en un nivel superior.

—¿Qué se necesitaría para lograr ese salto?

—Recursos, el apoyo de las empresas y la disminución de la injerencia política. Si se contara con los recursos, tanto materiales como humanos, se podría mejorar mucho, pero eso es algo que no depende sólo de los periodistas.

—¿Creés que existe dependencia de los medios de Buenos Aires?

—La Argentina depende de Buenos Aires y los medios somos parte de eso. Por ejemplo: un músico que quiere triunfar no va a ir a Salta sino a Buenos Aires, pero eso es un problema estructural del país. De todas formas, creo que Rosario va cambiando muy lentamente, existen buenas bandas de música locales a las que va muy bien acá y no tienen necesidad de irse y eso lo veo como algo positivo.

—¿Qué opinás sobre la nueva instancia que abre la ley de Medios?

—La ley de medios me parece que tiene un punto positivo y otro negativo. El positivo es que se han abierto posibilidades laborales gracias a que el establecimiento de una cuota de producción local amplía la oferta laboral. Por otro lado, lo negativo es que la finalidad de la ley de Medios coincide con el discurso único del gobierno y eso es peligroso. Si bien la ley era necesaria, la veo vinculada a una intención del gobierno.

—¿Cómo se posiciona el periodismo local frente a la realidad política y mediática?

—Generalmente en las ciudades se trata de estar en el medio. Depende de cada periodista, pero creo que la mayoría trata de ubicarse en un lugar neutro, al margen de las diferentes posturas que cada periodista asuma. Por mi parte, trato de ser lo más crítico posible porque me parece que es el rol del periodista; ser crítico a nivel nacional, provincial y municipal, si hacen las cosas mal deberán ser criticados y nadie se debería enojar, cosa que sin embargo hacen.

—¿Cuáles mencionarías como los momentos más importantes de tu carrera?

—Fueron muchos. Recuerdo cuando estaba escribiendo el informativo en la radio y no me iba de vacaciones esperando que me llamaran para hacer reemplazos en la tele. Finalmente, un domingo a la tarde recibo un llamado de Sergio Roullier, al cual siempre voy a estar agradecido, para que empezara a trabajar. Esa tarde estaba solo y me emocioné tanto que, cuando corté el teléfono, se me cayó una lágrima porque era algo que estaba esperando mucho.

Otro momento importante fue la primera reunión que tuve en Canal 3, con Luis Novaresio, quien me presentó al canal. Esos fueron dos momentos muy fuertes, aunque hay muchos más.

—¿Podrías nombrar a algún periodista de la ciudad al que consideres creíble?

—Siento que sería muy injusto si nombro sólo uno porque considero que hay muchos.

—¿Tenés algún proyecto a futuro?

—Por ahora trato de mejorar. Como proyecto establecido no tengo ninguno, pero tengo deseos, como por ejemplo tener un programa propio en tele o en radio combinando noticias con música.

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