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Silberstein reclamó la reestructuración del Poder Judicial de Santa Fe

El funcionario del gobierno de Miguel Lifschitz cuestionó las dilaciones: "La Justicia tardía no es Justicia”, repitió


El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Ricardo Silberstein, volvió a plantear ayer la urgente reestructuración del Poder Judicial y señaló que “no puede ser que haya procesos que duren cinco, diez o quince años”.

Asimismo, el funcionario del gobierno de Miguel Lifschitz indicó que el Poder Judicial debe “replantearse su reestructuración en lo que tiene que ver con los procesos y su manera de organización”. Y subrayó: “No puede ser que haya procesos que duren 5, 10 o 15 años. Realmente es inaceptable. La Justicia tardía no es Justicia”.

Al referirse puntualmente a la causa por la inundación de 2003 en la ciudad de Santa Fe, abierta desde mayo de ese año, el funcionario provincial resaltó que “una causa que dura 14 años, usando una terminología casi filosófica, más que una causa es una «no causa»”, al tiempo que aclaró que pese a esa situación “ninguna causa será abandonada”.

Al ser consultado sobre la necesidad de que la provincia cuente con un Código Procesal Penal juvenil, el ministro Silberstein explicó que el texto actual “tiene un problema gravísimo” al haber sido declarado constitucional. De esta forma, los mayores tienen garantías por sobre los menores, “porque saben cuál es el proceso con el que se los va a juzgar”.

El ministro Silberstein se refirió luego a la polémica generada por los casos de salidas transitorias otorgadas a una gran cantidad de detenidos –muchos de os cuales no volvieron o volvieron a cometer delitos graves– y al respecto indicó: “No comparto los criterios interpretativos que se han dado en el país. Hay que interpretar las normas de manera armónica. No puede ser que a una persona que comete un delito según el cual no le corresponde la condena de ejecución condicional se le permite la salida transitoria con el 50% de la condena”.

Y redondeó: “Tenemos un problema de tipo interpretativo que necesariamente va a merecer y requiere de una normativa que haga y ordene de alguna manera más sensata”.

“El espacio de decisión de cada juez es sagrado”, dijo Erbetta

 

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