José Odisio
La situación de Juan Manuel Llop es compleja. El entrenador pende de un hilo y una derrota ante San Lorenzo podría significar el final. Pero salvo que el propio DT decida dar un paso al costado en el vestuario, su posible salida no se dará este sábado.
La dirigencia se reunió el martes y al barajar los pro y contras de ratificar al Chocho, definieron darle apoyo, aunque ese respaldo es semana a semana y va de la mano de los resultados.
El mismo martes, el presidente Bermúdez junto a los vices Cristian D’Amico y Juan Matías pasaron por Bella Vista y le comunicaron su apoyo. “Eduardo (Bermúdez) y Cristian (D’Amico) me dieron su apoyo. Y el plantel se mata cada semana”, confió Llop ayer. “Confio que vamos a ganar y todo se calmará”, disparó ilusionado un directivo, en concordancia con el propio técnico, que aseguró que la victoria traería paz.
De todas maneras, ese respaldo es transistorio, y si Newell’s pierde, la suerte de Llop estará echada, aunque la decisión no se tomará en el Nuevo Gasometro, salvo que el Chocho decida renunciar y lo comunique públicamente.
¿Por qué no se iría hoy si pierde? Los dos directivos de más peso, Bermúdez y D’Amico no estarán en el estadio por distintos motivos. Y Juan Matías y Carlos Cantarelli, quienes acompañaron al plantel, no tienen la potestad para tomar tamaña decisión. Y entonces, la resolución pasará para el lunes, salvo que la comisión directiva decida reunirse de emergencia el domingo.
Un tema que postergó la salida a pesar de los malos resultados es la falta de un candidato con consenso para reemplazarlo. Dos que son bien vistos por la mayoría difícilmente tengan chances. Eduardo Berizzo es imposible desde lo económico y Darío Franco está dirigiendo Instituto. Y el resto, los más potables desde lo económico, no aparecen con el voto unánime de los directivos. Omar De Felippe es candidato; Mariano Soso una alternativa, aunque hay dirigentes que ni lo conocen; Rolando Schiavi sólo está en la cabeza de un alto directivo; y hasta alguno se animó en pensar en Fernando Gamboa, quien con Bermúdez como presidente no tiene chances.
