Política

“Si la Justicia no da una respuesta, la tiene que buscar el poder político”

Por Sebastián D. Penelli.- Rubén López, hijo de Jorge Julio López -testigo clave en juicios contra represores-, volvió a reclamar la aparición de su padre. "Son seis años sin saber nada, esperando que nos digan qué fue lo que pasó", expresó. Aclaró que "no recriminó" a la Presidenta por no mencionar el caso y anticipó que le pedirá una audiencia.


“77 años. 1,70 m de altura, ojos verdes, tez blanca, cabello corto canoso. Vestía jogging azul y sweater gris oscuro. Tiene cicatrices en el abdomen de distintas operaciones. Desapareció el lunes 18 de septiembre de 2006 en la ciudad de La Plata. Y lo seguimos buscando”. El aviso oficial fue publicado dos años atrás y todavía ofrece una recompensa de 1,5 millón de pesos por algún dato certero para hallar a Jorge Julio López, el albañil y testigo clave en juicios contra represores desaparecido hace seis años.

En otro aniversario sin novedades, su hijo, Rubén López volvió a reclamar a la Justicia la aparición de su padre y renovó la confianza para dilucidar el caso.“Esperamos que nos digan qué fue lo que pasó y se encuentre a los culpables”, advirtió en diálogo con ámbito.com. 

En la entrevista, desde su casa en la localidad de Los Hornos, Rubén López también aclaró que “no recriminó” a la Presidenta por no nombrar la desaparición en público y anticipó que esta semana pedirá una audiencia con Cristina Fernández de Kirchner. “No fue la forma, ni la intención de lo que quise decir, el día que pueda le preguntaré”, sostuvo.

Periodista: ¿Cómo se afronta un nuevo aniversario sin novedades?

Rubén López: ¿Cómo calificarlo? Seis años sin nada, esperando respuestas de la Justicia, que es quien creemos que debe dar las respuestas. Estamos a seis años sin saber nada, sin tener idea de lo que sucedió y esperando nos digan qué fue lo que pasó y se encuentre a los culpables.

P.: En la causa no hay imputados, ni siquiera investigados…

R. L.: Lamentablemente no, no hay nada. Se ha investigado mucho, (el expediente) tiene muchos cuerpos, fojas llenas con cosas, pero lo resumo en que no hay nada de nada. Se cree qué fue lo que sucedió, pero en concreto, en definitiva, información para esclarecer el hecho no hay.

P.: ¿Cuál fue la última línea de investigación?

R. L. Fue la del Parque Pereyra Iraola. Un testigo de identidad reservada prestó declaración diciendo haber escuchado que lo habían enterrado, posiblemente policías, en el parque, en la inmediación de la estación de trenes. Eso fue la línea más relevante, prácticamente lo último.

P.: ¿Qué pasó con esa pista?

R. L.: Nada. No se encontró, el testigo tampoco se presentó a sede judicial a prestar testimonio, hacer su declaración. Se estuvo buscando siete u ocho días, incluso se amplió el lugar de búsqueda, porque el testigo decía que estaba enterrado en las vías del tren y no se encontró nada de eso.

P.: ¿Esa búsqueda generó falsas expectativas en ustedes?

R. L.: Sí, porque queríamos y pensábamos que era la última vez que se iba a buscar, y después íbamos a actuar en consecuencia buscando a los culpables. Pensábamos que era la última vez que se iba a proceder a hacer algo y lamentablemente no hubo nada definitivo. No se encontró si quiera un huesito de perro.

P.: ¿Cómo evalúa el impulso que dieron los gobiernos nacional y provincial a la investigación?

R. L.: Creemos que fue bueno. Hoy en día lo principal es que la Justicia dé una respuesta, si no la encuentra, supongo que en otro lado se tiene que buscar la forma de que esto se aclare, ya sea el poder político el que tenga que ser. La Justicia tiene que brindar respuestas, el día que no las tenga la Justicia actuaremos en consecuencia de esto, mucho más no puedo pedir. Se ha hecho, se ha investigado. Se puede cuestionar si se hizo bien o mal, si lo hizo gente que sabía, que no sabía, gente que quiso ensuciar la cancha, o que quiso aportar algo, pero hoy no hay información concreta.

P.: ¿Recibió en las últimas horas llamados de funcionarios nacionales? 

R. L.: Sí, ayer (por el domingo) y hoy (por el lunes) me llamaron e inclusive se pusieron a disposición por si necesitamos algo, tratando de resolver la situación para poder seguir adelante y ver cómo continua esto.

P.: Entonces la Nación estuvo cerca de la familia….

R. L.: El gobierno nacional siempre ha estado con nosotros y aportó cuando lo necesitamos y cuando lo necesitó la Justicia. En estos días, después de algo que dije, parecería ser que la recriminaba a la señora Presidenta que nunca había hablado (de la desaparición) y no es así, no fue la forma, ni la intención de lo que quise decir. El día que pueda se lo preguntaré y si puedo contar lo que me responde, lo diré. Que (la Presidenta) no hable de esto parecer ser una forma de que no se preocupa y no me consta que suceda. Nunca se lo pude preguntar, siempre tuve comunicación con altos funcionarios, ministros, senadores del partido oficialista, no creo que esa situación sea así.

P.: ¿No fue su intención exigirle a la Presidenta que hable de la desaparición de su padre? 

R. L.: Es bueno aclararlo. Quizás debería hacer un meaculpa, no fue mi intención decirlo de esa manera. Cuando me preguntaron qué le preguntaría a la Presidenta conté lo que iba a hacer, pero titularon como que se lo recriminaba a Cristina, pero nunca hablé con ella. El día que gestione una audiencia y se lo pueda preguntar, lo voy a hacer, de eso no hay dudas.

P.: ¿ Usted nunca solicitó una entrevista personal con la Presidenta?

R. L.: No, nunca la gestioné, ni pedí. Esta semana seguramente voy a tener una entrevista con un ministro de la Nación y seguramente lo voy a hacer. Una vez que lo logre, si es que lo logro, lo contaré, pero nunca como representante de la familia lo pedí.

P.: ¿Entonces no hay reproches al poder político?

R. L.: Esperemos que la Justicia determine. Si es el poder político el que tiene que determinar esta situación ojalá que aporten mucho más de lo que han hecho, que es bastante.

López fue visto por última vez hace seis años, cuando salió de su casa para presenciar el comienzo de los alegatos en el juicio al exdirector de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura, Miguel Etchecolatz. Fue justamente López, como víctima y querellante, quien atestiguó contra del represor al revelar -incluso a su familia- los tormentos a los fue sometido durante la represión ilegal. En esa testimonial, López contó que fue secuestrado el 21 de octubre de 1976 hasta el 25 de junio de 1979, y que estuvo alojado en centros de detención que dependían de Etchecolatz, hoy encarcelado a prisión perpetua.

Comentarios

10