¡Sevilla campeón de la Liga de Europa! No importa cuando leas esto. El elenco andaluz se coronó por séptima vez en su historia de este certamen, el segundo en importancia que tiene el Viejo Continente por detrás de la Champions League. Fue 4-1 en los penales ante la Roma de Paulo Dybala, que lesionado y todo aportó el gol para el elenco italiano en el Puskas Arena de Budapest, donde casi como un guiño del destino, todo se resolvió con un penal convertido por Gonzalo Montiel.
¡¡GOL DE ROMA!! ¡¡PAULO DYBALA ANOTA EL PRIMERO EN LA FINAL VS. SEVILLA!!
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Sevilla mantuvo su hegemonía en la Liga de Europa ya había ganado en seis ocasiones, dos de ellas (2006 y 2007) como Copa de la UEFA y cuatro (2014, 2015, 2016 y 2020) con la denominación actual que rige desde 2009.
¡¡EN SEVILLA SON TODOS MONTIEL!! ¡¡EL CAMPEÓN DEL MUNDO, COMO EN QATAR, DEFINIÓ EL PARTIDO!!
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En un duelo con nutrida presencia argentina, Sevilla confirmó su reinado en este torneo ante el equipo dirigido por José Mourinho, que no logró defender la ventaja inicial que le dio la Joya a los 35 minutos del primer tiempo, ya que a los 55, Gianluca Mancini convirtió en contra la igualdad para los españoles.
Si bien la Roma estuvo muy cerca de ganarlo en la última jugada del tiempo extra, no tuvo suerte en los penales, donde Bono le contuvo el remate a Mancini y el palo le negó el descuento a Roger Ibañez. Mientras que Sevilla no falló ninguno: Lucas Ocampos, Erik Lamela, Ivan Rakitic y Montiel, quien ejecutó dos veces el decisivo penal tras el adelantamiento de Rui Patricio en el primer intento.
La Roma se plantó con uno 3-4-2-1 que se hacía 5-2-1-2 a la hora de defender. Si bien la Loba tiene jugadores de buen pie para apostar a la salida limpia, de la mano de un multifacético Nemanja Matic, no le sentaba para nada mal encontrar en largo Tammy Abraham, quien se abría hacia las bandas con la intención de ganarle en el cuerpo a cuerpo a los laterales, y empezar a gestar el ataque ya instalado en el campo contrario.
Del otro lado, Sevilla mantuvo el 4-2-3-1 de este último tramo de la temporada, tanto para las salidas como para las creaciones y la presión en el campo contrario. Sin embargo, los andaluces jamás se encontraron a lo largo de los primeros 45 minutos y abusaron de los balones divididos.
Por eso no sorprendió el gol de los de Mourinho tras una gran asistencia de Mancini a Dybala tras un robo de balón en la mitad de la cancha. La Joya no perdonó a Bono en el mano a mano y, de zurda, le dio la ventaja a la Loba. Pero en el complemento, Sevilla cambió drásticamente su actitud y comenzó a incomodar a la Roma hasta conseguir el empate a los 55 luego de un gol en contra de Mancini, quien se llevó por delante el balón, tras un envío de Jesús Navas para vencer a Rui Patricio.
Ya sin Dybala, quien salió por una molestia física, la polémica llegó a 15 del cierre, cuando Ocampos se filtró en el área y cayó adentro tras un cruce con Ibañez. El defensor brasileño de la Roma rozó el balón y luego toco la tibia del argentino. En primera instancia, el árbitro Anthony Taylor sancionó el penal, pero tras la revisión en el VAR se desestimó la pena máxima.
En el alargue se notó el cansancio de ambos, aunque Roma se las ingenió para meter un tiro en el travesaño. No era su día y se demostró en los penales, instancia en la cual su ineficacia y las manos de Bono terminaron coronando al máximo ganador de la Europa League en la historia, el Sevilla de Ocampos, Erik Lamela, Montiel, Papu Gómez y Marcos Acuña, quien no participó de la final por estar suspendido.
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