El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fustigó hoy a la jerarquía de la Iglesia católica de su país y al arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, por considerar que sus denuncias sobre las inclinaciones “marxistas” del gobierno buscan mantener su papel de dominación sobre la sociedad.
“No seamos tan inocentes: la jerarquía católica, como institución, ha jugado un papel esencialmente político, tratando de mantener, a lo largo de la historia, el estatus de dominación, incluso con la más criminal violencia”, denunció el mandatario en su columna de prensa dominical llamada “Las líneas de Chávez”.
El presidente reivindicó la esencia cristiana de la revolución de corte socialista que lidera, al señalar que “habría que hacer verdaderas peripecias doctrinales y teológicas para restarle a la figura histórica del Cristo redentor su profundo sentido social, su opción preferencial por los pobres de la tierra”.
Chávez manifestó que sus diferencias con la jerarquía católica se debe al choque de dos concepciones de la fe cristiana: el Opus Dei y la Teología de la Liberación.
“La primera representa la doctrina de la opresión y de los intereses más deleznables, con la justificación de las desigualdades como principio divino; la otra, la libertad y la justicia de los olvidados que tienen el sagrado derecho de existir en un mundo más humano”, explicó, según reprodujo la agencia DPA.
Urosa afirmó la semana pasada que Chávez, “a través de una serie de leyes inconstitucionales”, está poniendo a Venezuela en “un camino que conduce a la dictadura marxista, a la dictadura comunista, que es una ruina para el país”.
“Es un troglodita”, replicó el mandatario y agregó: “No se da cuenta que el pueblo no es manipulable por sotana ni por nada, este pueblo es libre”.
“Mientras tengamos estos obispos aquí, lamentablemente nos sentimos bien alejados de la jerarquía de la Iglesia Católica, pero nosotros andamos con los curas de las iglesias, de los pueblos”, sentenció Chávez.
El mandatario afirmó que se siente “con mucho orgullo bolivariano, cristiano y también marxista” y le dijo a Urosa: “Si usted ve allí contradicción, poco puedo hacer para que lo entienda; en mí esas concepciones de vida conviven en una estrecha hermandad”.
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