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Sentido homenaje de “La Colmena” a Marcelo “Ito” Seisas

El grupo de motoristas amantes de las legendarias motonetas italianas Vespa se reunieron en la esquina de Catamarca y Alvear para rendir un sentido homenaje al joven que muriera trágicamente el lunes en la esquina de Ovidio Lagos y Salta.


Solidaridad, dolor, bronca, pero sobre todo mucho afecto por Marcelo “Ito” Seisas demostró anoche la gente de “La Colmena”, un grupo de motoristas amantes de las legendarias motonetas italianas Vespa, quienes se reunieron en la esquina de Catamarca y Alvear para rendir un sentido homenaje al joven que muriera trágicamente el lunes por la noche en la esquina de Ovidio Lagos y Salta.

En la noche del lunes Marcelo se desplazaba con su Vespa y al llegar a Ovidio Lagos y Salta colisionó con un utilitario que también se aprestaba a cruzar. ¿Qué había sucedido? El semáforo funcionaba mal, estaba tildado desde hacía horas y nadie había acudido a repararlo. Los vecinos habían avisado, pero el aviso resultó vano.

El destino, la vida, le jugó a Marcelo, un joven idealista, buena persona y amante de las motos, especialmente la Vespa, una mala pasada.

Marcelo formaba parte del grupo “La Colmena”, que reúne a personas que aman a las motos italianas “Vespa” (avispa o abeja) que son  una leyenda en el mundo. Por eso ayer sus compañeros se reunieron en la esquina de Alvear y Catamarca, donde se encuentra el bar que solía encontrarlos hablando de fierros y cosas de la vida.

Hubo emoción, voces entrecortadas, lágrimas y aplausos.

Ayer los chicos de La Colmena publicaron en su cuenta de Facebook: “Como todos los miércoles nos reunimos La Colmena, un grupo de amigos con la pasión por las Vespas. Este miércoles fue diferente ya que “Ito” estuvo presente no de forma física, pero sí en nuestro espíritu y en lo que nos mantiene unidos. Es por eso que fuimos a Rato Bar, una de sus huellas en esta ciudad, uno de sus sueños, un emprendimiento, una de las pasiones de Ito en crear, emprender y unir. Ayer Ito estuvo ahí con nosotros en esto que se llama La Colmena. Donde quieras que estés, estamos con vos siempre. Gracias por todo el camino recorrido y gracias por encontrarnos ¡Vamos a seguir encontrándonos siempre!”.