Economía

Recuperación en suspenso

Señales de alerta en la economía: ¿freno a la actividad o problemas de distribución?

Indicadores nacionales y provinciales advierten una desaceleración en sectores clave. La inflación hizo lo suyo y los ingresos cada vez pierden más terreno. Qué pasa con los temas clave para abordar la problemática y qué evalúa el gobierno para revertir la situación


En sintonía con lo que ocurre a nivel nacional, los datos de consumo masivo en la provincia exponen algunas señales que amenazan la recuperación de sectores vitales de la economía. Si bien suena apresurado hablar de un freno en la actividad, queda de manifiesto que existe un problema de distribución en los ingresos que atenta contra algunas variables y que está respaldado por datos oficiales.

Las ventas reales en supermercados santafesinos anotaron en marzo el tercer mes consecutivo de caída interanual, según datos del último informe del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (Ceso), una radiografía de los efectos que provocó la creciente inflación en el poder adquisitivo durante el primer trimestre de este año.

Desde el gobierno nacional reconocen que este es uno de los principales problemas que afronta la gestión, no solo por el efecto que provoca el aumento de precios en el poder adquisitivo, sino también por las consecuencias que puede ocasionar en la macroeconomía una desaceleración del consumo.

Hacia el interior del oficialismo repasan con optimismo los datos de empleo privado que volvieron a mostrar el mejor crecimiento en la última década, o el de mejora interanual en la actividad económica de marzo, pero saben también que durante el primer trimestre el salario real volvió a perder frente a la inflación, luego de dos trimestres de haberle ganado a los precios.

Incluso en ese sector privado fortalecido por la generación de empleo, se notó un retroceso en los ingresos. La aceleración de la inflación frenó el aumento real de los salarios en ese sector que llevaba un año en alza, y el nivel actual es aún inferior al dejado por Cambiemos, según datos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate).

El último dato de generación de ingresos elaborado por Indec, evidenció una clara inequidad en la redistribución de la riqueza. En el epílogo del 2021 retrocedió 4,86 puntos la participación del total de las remuneraciones del trabajo asalariado (RTA) en el valor total de producción. Esa pérdida fue acaparada por el sector empresario que mejoró 3,84 puntos su participación en el ingreso global. De acuerdo a los datos oficiales, en la segunda parte de ese 2021, el excedente de empresas superó ampliamente el nivel de remuneración de asalariados.

Disyuntivas en el gobierno

El fenómeno de “trabajadores pobres” que mencionó hace algunas semanas la vicepresidenta Cristina Kirchner, denota una característica de este gobierno. Algunas políticas puntuales, concretadas durante los últimos días (con efecto real o no) dan cuenta de la necesidad del ejecutivo por hacer algo para frenar la sangría: la suba del piso de Ganancias para los sectores más pudientes, o el comienzo de pago del refuerzo de ingresos, se ponen a prueba para verificar si se puede evitar el freno a la actividad.

Mientras tanto resuenan algunas voces dentro del Frente de Todos que piden no claudicar con la batalla por las retenciones, con el objetivo de desacoplar precios internos, sobre todo para el caso del trigo, que termina impactando en el pan. En ese sentido, un importante dirigente de la coalición gobernante aseguró a este diario: “Si queremos soluciones, los desacoples deben ser reales, y el cambio no es del 17% al 20%, es del 17% al 40%. Pero si yo le subo 20 puntos a las retenciones del trigo, los que están sembrando ahora, dejan de hacerlo. Si sucede eso, en noviembre nos vamos a encontrar con menos trigo disponible, el resultado va a ser que va a haber menos trigo para vender y el precio va a ser más alto”.

Teniendo en cuenta esta postura, y sabiendo que en Diputados el Frente de Todos está más que complicado para conformar su propia mayoría, difícilmente se puede llevar adelante un debate sobre retenciones con posibilidades de ser aprobado e implementado. Por ahora parece más factible juntar las voluntades suficientes para aprobar el proyecto de conformación de un fondo con dólares fugados para pagarle al FMI, y evitar que esa deuda sea afrontada con lo que genera la actividad interna.

Señales de alerta

Volviendo al ámbito provincial, las dificultades económicas que atraviesa el país se tradujeron en sendas caídas en sectores claves. Se trata todavía de datos actualizados hasta abril, que coinciden con los meses más castigados por el Índice de Precios.

En diálogo con El Ciudadano, Celina Calore, economista del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), analizó la actividad provincial y nacional y evaluó: “Vemos que seguimos en una senda de recuperación pero hay algunas variables que empiezan a tener limitaciones para continuar en esa senda. La limitación viene dada por la inflación, aunque también vemos que hay un limitante en la falta de divisas, eso de alguna forma termina impactando en el crecimiento económico. Son dos cuestiones a seguir de cerca”.

El último informe mensual del Ceso sobre consumo masivo expuso una disparidad en el comportamiento de los rubros analizados. Quizás la caída de ventas en supermercados sea la más preocupante, ya que se trata de un rubro que atraviesa a todos los sectores sociales. Aunque en simultáneo se registró una nueva mejora en el patentamiento de motos, un rubro que no atraviesa a todos los sectores, pero tampoco específicamente a los de más alto poder adquisitivo.

Sector por sector

En marzo, las ventas reales en los supermercados cayeron por tercer mes consecutivo. Los tres rubros que más caídas mostraron fueron “Electrónicos y artículos para el hogar”, “Carnes” y “Otros”, que en conjunto representaron el 24,2% de las ventas nominales totales.

De este dato dan fe los referentes de supermercados y autoservicios locales, quienes reconocen que con la aceleración de precios en productos sensibles como harina y pan, las ventas se contrajeron e incluso en algunos comercios tuvieron que cambiar los changos tradicionales por canastos de mano para adaptarse a la compra de los clientes.

En tanto, según los datos de Ceso, durante abril se patentaron 2.999 autos 0km en la provincia de Santa Fe, un 13,2% menos que el mes anterior (3.443). Comparado a abril de 2021 la cantidad de unidades patentadas disminuyó 3,4%.

La venta de autos había repuntado fuertemente a la salida de la pandemia, pero en 2021 y parte de 2022 se lo vio a la baja. Para este caso cabe tener en cuenta que existen limitaciones en la oferta  a raíz de diversas cuestiones. En el sector apuntaron hace algunas semanas a este diario sobre la falta de insumos clave a nivel global, y sobre la restricción a las importaciones. Es cierto que existe una demanda, pero las terminales no tienen los autos necesarios para cubrirla.

Otra fue la realidad en el rubro motocicletas, en ese sentido la economista de Ceso consideró: “A partir de la segunda mitad de 2020 estuvimos con incrementos interanuales por encima del 20%, llegamos a tener de hasta el 40%. Es interesante porque es un bien para el que no necesitás el mismo nivel de ingresos que para un auto 0km. Ahí también se va una política de financiamiento muy importante por parte del Estado. Para Santa Fe también es importante porque tenemos empresas que producen y generan mano de obra, por eso nos parece significativo”.

El último dato corresponde al consumo energético, un factor testigo del nivel de actividad. Se verificó un aumento de la mano de las grandes industrias y comercios. En mayo, el consumo de los Grandes Usuarios fue el que más creció en términos interanuales (30,3%), seguido por el “No residencial menor a 300kw” (4,6%). El “Residencial mayor o igual a 10kw” aumentó 0,8% y el “No residencial menor a 300kw” cayó 2,4%.

“El que está creciendo es el segmento de grandes industrias y comercios, eso es una señal de que no se está frenando la economía. Eso muestra que las máquinas están funcionando, es una buena señal”, sostuvo Calore.

Es cierto que los datos muestran una foto desactualizada, y en este caso correspondiente a los meses más castigados por la inflación. Aunque por otro lado se estima que, en el mejor de los casos, el Índice de Precios puede ceder apenas medio punto por mes de aquí en más, con lo cual es improbable que haya una baja abrupta que modifique completamente el escenario. Resta saber también el desenlace de las paritarias durante el segundo semestre.

“La clave es la distribución de los ingresos. El crecimiento todavía no se frenó, sí vemos que hay señales de alerta. La economía se mueve por el consumo, en tanto ese consumo no continúe en alza, ahí va a aparecer el freno. ¿De qué depende eso? De que el crecimiento que hay en muchos sectores se traduzca al bolsillo, ahí falta una cuestión distributiva”, concluyó Celina Calore.

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