Edición Impresa

Votación verdeamarilla

¡Segundos afuera!: Brasil elige

La presidenta Rousseff y el opositor Neves se enfrentarán hoy al veredicto popular. El balotaje, que hasta hace días atrás era anticipado por los sondeos como un cerrado “empate técnico”, ahora tiene como favorita a la mandataria.


Unos 142,8 millones de electores brasileños están llamados a las urnas para elegir hoy al nuevo presidente en balotaje, así como a 14 gobernadores estaduales. Los resultados de la elección que enfrenta a la presidenta Dilma Rousseff, favorita en las últimas encuestas, y al socialdemócrata Aecio Neves, se conocerán después de las 22 horas, según adelantaron las autoridades. A último momento, la campaña se tensó con duros cruces y acusaciones.

El voto en Brasil es obligatorio y se realizará con urnas electrónicas; más de 530.000 fueron instaladas en todo el territorio, incluso en las zonas más aisladas de la Amazonia.

La mandataria tendría ventaja, según los sondeos previos. Tanto la empresa Ibope como Datafolha, que anticipaban desde hace semanas un “empate técnico” entre ambos postulantes –e incluso con ventaja para Neves–, sorprendieron el jueves pasado al dar nuevas cifras. Por primera vez, en ninguna de las encuestas la jefa de Estado perdía y la ventaja era de entre 6 a 8 puntos sobre el candidato socialdemócrata.

De todas maneras, los pronosticadores fueron cautos ante un proceso eleccionario que se ha caracterizado por su imprevisibilidad.

El sociólogo y especialista en campañas políticas, además de presidente del Consejo Científico de Instituto de Encuestas de Brasil, Antonio Lavareda, consideró: “Fue la más imprevisible de nuestra corta serie de presidenciales”.

“La muerte de un candidato y las inversiones en las curvas de las intenciones de voto ejemplifican eso”, dijo al referirse al fallecimiento de Eduardo Campos, inicial candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), cuyo deceso el 13 de agosto pasado en un accidente aéreo provocó conmoción y la entrada a la disputa de Marina Silva, quien lo reemplazó en la postulación.

Para el analista, las emociones que tuvo el proceso en “tan corto tiempo” dificultaron los pronósticos de las encuestas. No obstante sostuvo que los sondeos tuvieron responsabilidad en los errores cometidos, sobre todo en la primera vuelta que tuvo a Silva con un protagonismo que luego desmintió el voto popular al relegarla al tercer lugar.

La campaña, sobre todo desde que comenzó la recta final hacia el balotaje, se tornó agresiva y de deconstrucción de los candidatos, incluso el Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) multó a ambos partidos por no utilizar el espacio en los medios para propuestas sino para calumnias de su rival.

Entre los elementos que brillaron en la campaña brasileña como caravanas y caminatas, quizás el recurso más impuesto por las dimensiones geográficas del país fue el debate televisivo: Rousseff y Neves se enfrentaron cuatro veces. Antenoche fue la última.

Lavareda, a la hora de arriesgar resultado, trazó un posible escenario: “Todo estaba siendo muy apretado hasta esta última semana. En los últimos días, la campaña de Dilma parece haber prevalecido sobre su adversario. Si ella gana, será una gran victoria de su marketing, porque en un principio algunas circunstancias como la inflación, la recesión o denuncias sobre corrupción estaban todas contra ella”, concluyó.

Ultimo manotazo de oposición

La campaña se recalentó sobre la hora. El mayor escándalo lo protagonizó ayer la edición de la revista Veja con una tapa sobre un presunto caso de corrupción del gobierno, lo que desató la ira de Dilma Rousseff. La mandataria se mostró “indignada”, acusó a la publicación de profundizar una campaña de calumnias y remarcó que la revista no presentó ninguna prueba concreta.

Veja acusó a Rousseff y a Lula da Silva como cómplices del escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras. Aseguró que un participante de la red de corrupción, Alberto Yousseff, afirmó ante la Justicia que ambos estaban enterados.

“Es un intento de golpe electoral. Pero el pueblo no es bobo y sabe que esta información está manipulada, porque no se ha presentado ninguna prueba, y estoy segura de que el domingo (por hoy) demostrará su indignación por el voto, derrotando a su candidatura”, dijo ayer la presidenta.

Comentarios