Policiales

Segundo juicio por secuestro y crimen de Diego Peralta

Un tribunal federal de La Plata dará inicio mañana al segundo juicio oral por el secuestro y crimen del adolescente Diego Peralta, cometido en 2002, en la localidad bonaerense de El Jagüel, informaron fuentes judiciales.

En esta ocasión, el banquillo de los acusados estará ocupado por Carlos Ramón “El Pipi” Garzón (40), quien se mantuvo dos años prófugo en Paraguay tras ocurrido el hecho y en noviembre de 2004 fue detenido en el vecino país y extraditado a la Argentina.

Sin embargo, Garzón no pudo ser juzgado en el primer juicio que se realizó por este caso en 2008 y ahora se tiene que hacer otro proceso únicamente por él.

Cuando Paraguay autorizó la extradición de Garzón, fijó como condición que el imputado no sea condenado a prisión perpetua porque el vecino país no contempla esa pena para el delito de secuestro extorsivo seguido de muerte.

Sin embargo, José Luis Ferrari, abogado de la familia Peralta dijo que “el Estado argentino es soberano y corresponde la pena prevista en el Código penal, que en este caso es de prisión perpetua” y es la que va a solicitar para el imputado.

“Garzón era el cabecilla de la banda y fue quien lo llevó a Diego del hombro cuando lo apuñalaron. Yo insisto en que acá hubo una banda de policías y delincuentes, así que ojalá que hable, porque de una vez por todas quiero escuchar la verdad”, dijo Emilse Peralta, madre de la víctima.

Emilse sostuvo que “en este caso hubo muchos que se callaron la boca, pero todos queremos saber el final de la historia”.

Garzón será juzgado por jueces subrogantes del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, cuyos miembros están abocados a juicios por crímenes cometidos durante la dictadura militar.

El juicio se iniciará mañana a las 9.30 en el edificio de calle 8, entre 50 y 51, y está previsto que continúe los días 10, 11, 12, y entre el 22 y el 26 de noviembre.

En esas audiencias, se espera la declaración de los padres de la víctima y de los policías que trabajaron en la investigación del hecho, aunque se estima que gran parte de los testimonios se incorporarán por lectura, dijo a Télam el abogado Ferrari.

Diego Peralta (17) fue secuestrado la mañana del 5 de julio de 2002, en la localidad bonaerense de El Jagüel, cuando se dirigía en un remís al colegio privado al que asistía.

Los captores llevaron al chico a una vivienda del barrio Los Plátanos, en Berazategui, lo doparon con tranquilizantes y pidieron a su padre 200.000 dólares de rescate, ya que, de acuerdo con una información errónea que tenían, creían que el hombre guardaba esa cifra en su casa.

Según confesó uno de los detenidos, al tercer día de cautiverio, la banda decidió asesinar a Peralta a puñaladas en el cuello y la espalda porque creían que Luis Peralta, padre del cautivo, no quería pagar el rescate y suponían que Diego les había visto la cara y los reconocería.

Los delincuentes lo arrojaron a las aguas de una tosquera de Ezpeleta atado a un riel, donde su cadáver fue encontrado el 12 de agosto de 2002.

Pese a que ya lo habían asesinado, la banda cobró el 20 de julio de ese año un rescate de 9.000 pesos y 2.000 dólares que Luis Peralta arrojó cerca de la cancha de Claypole.

En el primer juicio que se realizó, el TOF 1 de La Plata condenó a prisión perpetua a Marcelo “Chelo” Cejas, el arrepentido que delató a la banda; Julio César Rotella; David “Chaca” Pereyra; Rosa Pistillo, alias “La Gorda Rosita”, y Enrique “Baty” Báez.

En tanto, Lauro “El Chino” Shimabukuru fue sentenciado a 10 años de cárcel y José Pablo García a 5 años, mientras que el remisero Fermín Amarilla fue absuelto.

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