Ciudad

Segunda etapa de vacunas

Ante la llegada de los primeros días fríos, y siguiendo el protocolo, la provincia anunció la nueva fase de vacunación contra la gripe A. En este caso, el universo está comprendido por embarazadas y puérperas.

La vacunación contra la gripe A ya comenzó a entrar en su segunda fase y –tras haberse vacunado al personal que se desempeña en los distintos centros de salud de la provincia– esta vez es el turno de las embarazadas y puérperas, es decir mujeres que fueron mamás hace menos de seis meses. “En algunos lugares ya venimos aplicando las dosis a las madres o futuras mamás porque ya habían sido aplicadas a aquellos que se desempeñan en los hospitales y distintos efectores sanitarios. Lo que sí sabemos es que a partir de la semana que viene, por como vienen las cosas, se pasará de manera definitiva a esta segunda etapa”, explicó Julio Befani, responsable de la zona sur de Epidemiología de la provincia de Santa Fe.

“Es importante aclarar, porque había algunas dudas al respecto, por lo que estaban difundiendo algunos medios a nivel nacional, que hay vacunas para todos en la provincia y que de ninguna manera hay un faltante”, destacó el profesional a este diario.

“Lo que estamos haciendo es ir por partes, siguiendo lo que indican los protocolos y las normas de salud. Hay que informar que a aquellas mujeres a las que no se les nota la panza deberán acreditar su embarazo con alguna ecografía o análisis a su nombre”, continuó Befani.

Para las distintas etapas de vacunación se utilizarán dos tipos de vacunas antigripales. La monovalente, que contiene sólo el virus H1N1, para la mayoría de los niños, adolescentes y adultos; y la trivalente, que contiene virus H1N1 y otros dos virus de la gripe, exclusivamente para mayores de 65 años.

Luego de la inoculación a las embarazadas y puérperas, la siguiente fase es la que corresponde a niños sanos de 6 meses a 4 años. Tras eso, el turno será para los niños desde los 5 años, adolescentes y adultos mayores de 64 años inclusive con los siguientes factores de riesgo: problemas genéticos, musculares o del desarrollo graves; severos trastornos respiratorios; asmáticos graves; cardiopatías congénitas; pacientes con enfermedades como diabetes, renales crónicos; alteraciones en las defensas (por VIH o por medicación); enfermedad onco-hematológica y tumoral; trasplantados y obesidad importante.

La vacunación se realiza en los distintos centros de salud de la provincia. La misma se aplica en los niños menores de 1 año en la pierna como las otras vacunas y en los mayores, adolescentes y adultos en el brazo. Para vacunarse hace falta llevar carnet de vacunas, si se conserva, si no se le entregará una constancia.

En el caso de pertenecer a un grupo de riesgo, se debe llevar la receta del médico de cabecera. Este requerimiento no es necesario en el caso de personal de salud y niños sanos de 6 meses a 4 años y embarazadas o mujeres que recientemente tuvieron bebés.

La vacuna no se compra y es gratuita para todos los casos que figuran en el listado. No deben vacunarse todos aquellos que tengan antecedentes de alergia severa a vacunas antigripales o si se tiene constancia de haber padecido gripe H1N1 por resultado de laboratorio, según explicaron oficialmente.

Luego de vacunarse, se debe continuar con la vida diaria y actividades habituales. No se requiere ninguna dieta especial. Desde su aplicación el nivel de anticuerpos (defensas)  alcanza un grado adecuado de protección luego de la segunda semana de aplicación.

Los médicos son los únicos capaces de diagnosticar la gripe A. Para ello se obtiene una muestra de mucosidad, tejido y/o sangre durante los 4 o 5 días primeros días de la infección. En el laboratorio se determina qué clase de gripe es. Sus síntomas son muy similares a los de la gripe común:  fiebre alta, tos continua y dolorosa, estornudos, malestar, dolores musculares en todo el cuerpo, falta de apetito y congestión.

Entre las recomendaciones brindadas por las autoridades sanitarias de la provincia, también se encuentra la de “acudir cuanto antes a un sanatorio u hospital si el paciente presenta dificultad importante para respirar; vómitos, nauseas y diarreas persistentes; cambios bruscos en la frecuencia cardíaca; pérdida de conciencia o empeoramiento agudo de alguna enfermedad crónica”.

Por último, como parte del tratamiento hay que descansar, alimentarse bien y bajar la fiebre. “Principalmente contactarse con el médico de confianza o acercarse a un centro de salud para el tratamiento”, explicó a este diario Befani.

Comentarios