Policiales

Violencia institucional

Según reautopsia, Paris no sufrió “muerte natural”

La querella difundió los resultados finales de la segunda autopsia al cuerpo de la docente que perdió la vida en la comisaría 10ª: falleció tras padecer lesiones compatibles con malos tratos y torturas.


Las organizaciones que acompañan la lucha por justicia de la familia de María de los Ángeles Paris, quien murió en custodia en una seccional –adonde había concurrido en busca de ayuda– en mayo del pasado, difundieron los resultados finales de la reautopsia, que ratifican el informe preliminar: la docente “no  falleció de muerte natural”, como había sido sostenido en forma oficial, sino tras ser “violentamente privada de la libertad, golpeada esposada y sostenida boca abajo por la fuerza en el piso de un cuarto de la comisaría 10ª” hasta su fallecimiento.

Lo sostienen Amsafé Rosario, la Cátedra de Criminología y Control Social de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) Rosario, cuyos integrantes patrocinan la querella e impulsaron la realización de la segunda autopsia, llevada adelante el 3 de octubre del año pasado en el Morgue Judicial de la Nación, luego de los cuestionamientos a la necropsia desarrollada en el Instituto Médico Legal de Rosario.

“El dictamen de la nueva autopsia confirma lo que sostenemos desde el primer momento. Demuestra que María de los Ángeles no falleció de muerte natural, como falsamente consignaba la primera autopsia y como sostuvieron el fiscal Luis Schiappa Pietra, el gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de seguridad, Maximiliano Pullaro”, dicen desde la querella y añaden: “La muerte de María de los Ángeles fue el resultado de haber sido ilegal y violentamente privada de la libertad, golpeada esposada y sostenida boca abajo por la fuerza en el piso de un cuarto de la comisaría 10ª hasta su muerte”.

La perito de Morgue Judicial de la Nación, Cristina Bustos y la perito de parte, Virginia Creimer, dictaminaron no sólo que la primera autopsia fue incompleta, que no fue metódica, ni adecuadamente ilustrada y por lo tanto violó las reglas establecidas por el Protocolo de Minnesota de la ONU para los casos de muerte en custodia. Entre otras cuestiones el dictamen establece que en la primera autopsia se omitieron la investigación interna del cuello y el ineludible estudio radiológico, afirman las organizaciones.

En esta nueva autopsia las expertas forenses concluyeron que la causa de muerte fue “una arritmia cardíaca fatal, como consecuencia de un estado hiperadrenérgico (síndrome confusional agudo / agitación psicomotriz / delirio excitado) generados por un mecanismo de desequilibrios a nivel molecular y electrolíticos ya explicados y constatados en los estudios realizados, coadyuvado por la hipoxia producida como consecuencia de la restricción física a la que fue sometida (asfixia posicional)”.

Los politraumatismos producidos en vida fueron constatados en el brazo izquierdo, en la cara externa de la rodilla derecha, en el codo derecho, en la cara externa de tobillo y dorso del pie izquierdo, en la zona lumbar derecha, en la zona subescapular derecha, en los tejidos blandos cervicales a la altura de la tráquea, en la muñeca derecha y en fractura de dos arcos costales, describe el informe. Todos los cuales tuvieron entidad suficiente para generar la descarga hiperadrenérgica a la que hace alusión el dictamen forense, añade.

“Es decir, todas lesiones compatibles con prácticas policiales características de malos tratos y torturas, como lo indicara la Dra. Creimer, ya en las primeras declaraciones luego de la realización de la segunda autopsia”, describe la querella.

“En definitiva este dictamen establece que el deceso fue originado por causas antinaturales, entre las que se hallan un estado hiperadrenérgico, en cuyo origen se descartaron sustancias tóxicas tras múltiples exámenes de los líquidos corporales de la víctima, que sostenido en el prolongado tiempo de su detención originó una arritmia, en un cuerpo sin patología cardiovascular previa. A esto se sumó como causa de muerte la asfixia posicional con sujeción de esposas y con múltiples golpes en todo su cuerpo, lo cual imposibilitó la ventilación pulmonar y le ocasionó asfixia posicional y desencadenó la parada cardíaca”, concluyen las organizaciones.

“Nada de esto hubiera sucedido si María de los Ángeles no hubiera sido ilegalmente y violentamente detenida, golpeada, y torturada. El Estado y el gobierno provincial son responsables de la muerte en custodia de María de los Ángeles Paris”, cierra la querella al difundir estos resultados finales.

Las organizaciones exigen que los policías directamente responsables y todos aquellos que alteraron el escenario del hecho, fraguaron y omitieron producir pruebas de manera oportuna y obstaculizaron la investigación, sean separados de sus cargos.

También piden audiencia al gobernador Lifschitz y a la Corte Suprema, en este caso para exigirle que tome medidas urgentes sobre el Instituto Médico Legal de Rosario, el forense Matías Kuverling y todos los implicados en la primera autopsia.