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Violencia institucional

Seguirá preso el ex jefe de la comisaría 7ª enjuiciado por la desaparición y muerte de Franco Casco

Los abogados del comisario Diego Álvarez pidieron su excarcelación argumentando tener videos inéditos que lo desvinculaban. Tres jueces federales rechazaron el planteo mientras que desde la parte acusatoria desmintieron el valor de esas imágenes y aseguraron que ya fueron peritadas y descartadas


Diego Álvarez, quien era jefe de la comisaría 7ª en octubre de 2014 cuando fue detenido Franco Casco, seguirá preso mientras dura el juicio que se sigue contra él y otros 18 policías santafesinos acusados de la desaparición forzada, torturas y muerte del joven bonaerense que había venido de visita a Rosario y apareció muerto en el río Paraná.

El pedido de excarcelación del ex comisario, rechazado por los tres jueces federales que integran el Tribunal Oral Federal 2, fue presentado la semana pasada por sus defensores quienes solicitaron la apertura de la feria judicial aduciendo tener pruebas nuevas, en relación a una serie de videos que dijeron que habían “permanecidos ocultos durante la investigación”. No obstante, el tribunal rechazó el planteo por considerarlo “extemporáneo e improcedente”.

El juicio oral y público contra 19 policías por su distinta participación en la desaparición, torturas y muerte de Franco Casco comenzó el mes pasado. La última audiencia fue celebrada el 28 de diciembre, y está previsto que continúe en febrero, cuando finalice el receso de enero.

Los defensores del policía Diego Álvarez presentaron una medida excepcional durante la feria judicial para pedir la excarcelación del ex comisario. Según esa presentación, que ya fue rechazada, los abogados mencionaron contar con evidencias nuevas que refutarían la versión acusatoria de la Fiscalía y las cuatro querellas.

Se trata de filmaciones de cámaras de seguridad públicas donde se ve a una persona caminando por barrio Arroyito durante la madrugada del 8 de octubre de 2014, siendo que la hipótesis principal es que Franco Casco fue asesinado entre la noche del 6 de octubre y la madrugada del 7 durante una sesión de torturas dentro de la seccional 7ª.

Con ese planteo, los abogados Rodrigo Mazzuchini y Antonela Travesaro pidieron, sin más, que liberen al ex comisario.

Antes de que el tribunal se expidiera sobre el pedido, distintas organizaciones sociales que acompañan a la familia de Franco Casco en su reclamo de justicia, al igual que los mismos abogados de las querellas, desmintieron que los videos en cuestión sean material “nuevo” y aclararon que esas filmaciones “ya eran parte del acervo probatorio”.

En un comunicado emitido por la Multisectorial contra la violencia institucional aclararon que los videos a los que se hace referencia son parte del material probatorio “presente desde el comienzo de la causa” y al que “todas las partes han tenido acceso oportunamente”. Incluso dijeron que esas imágenes fueron vistas por los padres de Franco, Ramón Casco y Elsa Godoy (fallecida en agosto de 2016) y que en su momento ninguno reconoció a su hijo en las características fisonómicas que se observan en la persona que se ve caminar por barrio Arroyito.

Reafirmaron que los videos ya eran parte del proceso judicial al mencionar dos pericias oficiales realizadas sobre las filmaciones que concluyeron que “los videos no conforman prueba idónea para identificar a Franco con el sujeto del video”.

Por su parte, el Tribunal Oral Federal N° 2 que rechazó la presentación de los abogados de Álvarez, conformada por los jueces Otmar Paulucci, Ricardo Vásquez y Mario Gambacorta, argumentaron que se trata de una solicitud extemporánea e improcedente. Además, esgrimieron que se trata de una prueba que debe producirse en la audiencia de debate ante todas las partes. En la misma línea agregaron que tampoco les “correspondía analizar la respuesta de las partes acusadoras en relación a si esos videos ya eran parte o no del acervo probatorio”. En relación a la continuidad de la prisión preventiva del ex comisario, los jueces evaluaron el tenor de la imputación que pesa en su contra, la pena en expectativa y la importancia del bien jurídico protegido, remarcaron las fuentes judiciales consultadas.

Viaje sin regreso

Franco tenía 20 años y vivía en la localidad bonaerense de Florencio Varela, junto a su pareja y su hijo pequeño. A principios de octubre de 2014 viajó a Rosario para visitar a familiares en barrio Empalme Graneros hasta el día 6, que emprendió el regreso a la estación de trenes para tomar el viaje a Retiro de las 23.30. Nunca llegó.

Su papá Ramón Casco y su mamá Elsa Godoy viajaron a Rosario y lo buscaron por todos lados. En la terminal de ómnibus averiguaron que su hijo había sido detenido por efectivos de la comisaría 7ª donde primero se lo negaron y luego reconocieron que Franco había pasado la noche detenido por “resistencia a la autoridad”.

Luego, el fiscal provincial que investigaba el paradero, Guillermo Apanowicz, les exhibió fotos del joven visiblemente golpeado y un acta que decía que lo habían liberado.

Pasaron 25 días y masivas movilizaciones exigiendo su aparición con vida, hasta que el cuerpo de Franco apareció flotando en el río Paraná, el 30 de octubre de 2014.

Arranca el juicio contra 19 policías por la desaparición seguida de muerte de Franco Casco

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