Carina Ortiz
La sospechosa de disparar el arma que mató a Fabricio Fernández, un pibe que jugaba a las bolitas en la puerta de su casa en barrio Tablada en abril de 2016, seguirá tras las rejas. La mujer tuvo un bebé que hoy tiene 11 meses y solicitó una morigeración de la prisión preventiva que fue denegada. La Cámara Penal ratificó el cumplimiento de la medida cautelar impuesta a la mujer en una cárcel.
Fabricio Nahuel Fernández tenía 17 años. Era arquero del club Sarmiento y le faltaba un año para terminar la secundaria. La tarde del 9 de abril de 2016 jugaba con sus amigos a las bolitas en la puerta de su casa ubicada en Garibaldi al 200. Al lugar llegó una Renault Sandero. Según la hipótesis fiscal, los atacantes se bajaron del auto y dispararon. Para la pesquisa hay tres involucrados: Carolina G., sindicada como la tiradora, su pareja Gonzalo G., y la madre de éste, señalada como la persona que llevó a su nuera hasta el lugar.
La mayor de las mujeres negó su participación en el hecho y dijo que no sabe manejar. Dejó entrever que la bronca era con un hermano del pibe, a quien vinculó con una banda que tiroteó su casa. Lo que surgió del caso es que las balas no eran para Fabricio, quien recibió siete disparos. En primera instancia la Justicia dispuso la prórroga de la prisión preventiva de la mujer en una cárcel común. Pero su defensor, Marcelo Piercecchi, apeló. El abogado planteó ante la Cámara Penal que la mujer tiene un bebé de 11 meses con algunas dificultades de salud que no pueden resolverse en el lugar de detención y pidió un arresto domiciliario.
Pero este argumento fue refutado por la fiscal Georgina Pairola y la querella a cargo de Ingrid Plessen y Virginia Llaudet. Finalmente, la camarista Carina Lurati dispuso rechazar el planteo y confirmar la prisión preventiva de la mujer, por lo que seguirá tras las rejas.
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