Un clásico que siempre deja dolores de cabeza. Alumnos de 4º año de los colegios secundarios de la ciudad festejaron ayer su tradicional “Bajada”: el pase al último ciclo del nivel medio. Un cóctel con mucho ruido, espíritu festivo, cánticos, espuma, carteles, disfraces, banderas, bombos y cornetas recorrió el centro de la ciudad camino al río. Algunos pasaron la noche juntos y otros, apenas asomó el sol, se concentraron en las puertas de sus colegios para comenzar su recorrido hacia el Monumento a la Bandera. El saldo: hubo más de 20 lesionados por el uso de pirotecnia y fueron decomisadas alrededor de 350 botellas con contenido de alcohol y 300 kilos de aerosoles con espuma.
Luego de juntarse con sus respectivos compañeros en cada uno de sus colegios, los alumnos pasaron por Peatonal Córdoba y llegaron hasta el Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera, donde festejaron a puro baile y papelitos en la antesala de su arribo a 5º año.
Pese al operativo de seguridad preparado para controlar los festejos de la “bajada estudiantil”, que sumó alrededor de 100 efectivos de la Policía, personal de las áreas de control del municipio y de Gendarmería, los estudiantes sobrepasaron el accionar de las fuerzas de seguridad y, si bien no se registraron incidentes graves, no fueron pocos los lesionados por el uso de pirotecnia como tampoco lo fue el decomiso de botellas con alcohol.
Uno de los médicos que participó del operativo detalló que atendió a una veintena de chicos, la mayoría de ellos con quemaduras por pirotecnia y otros con heridas cortantes por arrojarse objetos contundentes. De todos modos, se trata de quemaduras tipo A, que no revisten gravedad.
Diego Herrera, director general de la GUM, explicó a El Ciudadano que se trabajó muy bien, conjuntamente, entre Policía, agentes de la GUM y Gendarmería.
“Alrededor las 17, quedaba un grupo de 40 chicos aproximadamente. A comparación del año pasado, se secuestró mucho más alcohol. El Sies atendió a varios chicos. Los casos más graves fueron los de dos estudiantes: a uno le explotó una bomba de estruendo cerca de la cara y lo derivaron a un centro médico, y otro que tuvo un corte en la cabeza producto de un botellazo. Afortunadamente, nada de gravedad. Tampoco hubo peleas ni enfrentamientos entre los chicos”, detalló Herrera.
Y agregó: “También se realizó un desalojo el jueves por la noche en Riccheri y Brown. Allí, un grupo de jóvenes alquiló un bar para realizar la previa a la bajada de los estudiantes secundarios”.
Uno de los agentes de la GUM, que también formó parte del operativo, especificó a este diario que se llevaron cuatro camionetas llenas de botellas. “Más de 3 mil chicos participaron de los festejos de la bajada”, agregó el agente.
Al último año
Natalí, Brenda, Jerónimo, Facundo y Martín, alumnos de los chicos de 4º año del colegio San Jorge, de Italia al 1100, contaron a El Ciudadano que desde hace mucho tiempo se realiza este festejo del que participan todos los establecimientos de la ciudad. Hoy les tocó el turno a ellos, ya que el próximo año es su último tramo en la escuela media.
“Anoche (por anteanoche) nos juntamos en la casa de uno de los chicos y nos pusimos a terminar las banderas y las remeras”, contó Jerónimo.
Por su parte, Natalí junto a Martín llevaban una bandera que rezaba: “Cinco años queriendo escapar y toda una vida queriendo volver”.
“Vamos al Monumento donde se juntan todos los chicos. El banderazo dura hasta que te canses o te quieras ir. Al alcohol lo llevamos puesto”, soltó Facundo.
El operativo
El operativo, que se activó en la madrugada del jueves, tuvo tres fases: la primera se inició anteayer a las 20 con especial atención en establecimientos educativos. La segunda, comenzó ayer a las 5.30 en el ingreso a los colegios, y la última, fue a partir de las 11, sobre las principales calles del micro y macrocentro de la ciudad, etapa que culminó en el Monumento Nacional a la Bandera entrada la tarde de ayer.
Comentarios