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Se va Daniel Cuenca del Ministerio de Seguridad

Su renuncia no fue oficializada todavía, pero se debe a un problema de salud del funcionario

El ministro de Seguridad Daniel Cuenca deja su cargo como consecuencia de un problema de salud que sufre desde hace varios meses. Si bien la noticia no fue oficializada, distintas fuentes allegadas al ministro lo confirmaron. Incluso, las declaraciones que el propio Hermes Binner efectuó a los medios ayer dejaron ver que la salida de Cuenca es inminente.

Hace unas semanas la renuncia de Cuenca comenzó a acaparar la atención de los medios, pero desde el gobierno lo desmintieron. Lo cierto es que el propio Binner le habría pedido al funcionario esperar en su cargo hasta que encontrara a la persona que lo reemplazaría. Y parece que ayer el gobernador lo encontró. ¿Quién es el sucesor? Esa es la pregunta del millón. Los rumores hablaban de funcionarios del gabinete de Cuenca, a la vez que descartaban que el lugar sea ocupado por el viceministro Carlos Iparraguirre. En esa línea las fuentes hablaban del alto perfil de uno de los últimos en integrarse al gabinete, Enrique Font, que se desempeña como subsecretario de Seguridad Comunitaria. Sin embargo corría con ventaja un santafesino que no integra ese gabinete y que vendría de la mano de Antonio Bonfatti.

En los próximos días Cuenca dejará el Ministerio por problemas de salud
En los próximos días Cuenca dejará el Ministerio por problemas de salud

Cuenca fue operado en octubre pasado de una hernia de disco de la cual no logró recuperarse. Los viajes en el interior de la provincia no son lo más indicado para la salud del funcionario, que se enfrenta a una lenta recuperación, explicaron varios de sus allegados. Así las cosas, su salida ya estaba prevista desde hace semanas, algo que no materializó por pedido de Hermes Binner.

Ayer, luego de que Binner inaugurara un mamógrafo en el hospital Cullen de Santa Fe, fue consultado por periodistas sobre quién sucedería a Cuenca, a lo que el gobernador respondió que el nombre estaba decidido y que había una sola alternativa. Cuando le preguntaron si se trataba de una persona de la ciudad de Santa Fe, Binner se limitó a decir que “se trata de una persona del equipo” de Cuenca, y que todos vienen trabajando en el mismo sentido. “Primero vamos a ver el estado de salud de Cuenca. Pero no hay ningún cambio de políticas, sino que es la continuidad de lo que se viene haciendo”, sostuvo.

Dos agitados años

Durante su gestión, Cuenca tuvo que enfrentar varios problemas. La más fuerte fue protagonizada por el agente Juan Raffo, quien salió a denunciar que existían cajas negras en la Policía y que quienes aportaban a ellas eran precisamente varios capitalistas de juego clandestino, a quien él mismo filmó a pocas cuadras de la Jefatura.

Cuando todo parecía haberse calmado, fue asesinado el agente Emanuel Del Mastro mientras cumplía adicionales truchos en un prostíbulo durante un presunto intento de robo. El crimen puso de relieve la complicidad entre jefes policiales y dueños de prostíbulos, que hoy se investiga.

Luego, soportó una fuerte embestida por parte del Servicio Penitenciario, que mostraba su malestar por las políticas aplicadas por el gobierno en el sector. El ministro fue contundente al manifestar que la política sólo se iba a modificar en las urnas. Sin embargo comenzó una serie de reuniones en cada una de las cárceles de la provincia con el objetivo de escuchar los reclamos de los agentes y así descomprimir la situación.

Si bien desde el gremio policial Apropol también protestaron contra la reforma policial, una rápida sanción en la Legislatura a un proyecto de ley que destrababa los ascensos de los policías y estipulaba algunos de los históricos pedidos de los agentes logró destrabar el problema.

De esta manera, si bien la figura de Cuenca generó algunos roces entre funcionarios y empleados acostumbrados a 25 años de una política diferente, el ministro saliente logró destrabar todos los conflictos, menos el de su enfermedad.

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