Policiales

Semana termina con doble crimen

Se les pusieron a la par con un auto y acribillaron a dos hombres que iban en moto en zona sudoeste

Las víctimas habían salido de una vivienda a poco más de una cuadra del lugar donde las asesinaron, Lavalle y Amenábar. Vestían ropa con el logo de una empresa de refrigeración. Fue poco después de las 8 de este viernes. Una recibió 9 balazos, la otra 3


Último día laboral y, según los primeros testigos, las dos nuevas víctimas de la violencia letal en la ciudad habían salido de una vivienda de barrio San Francisquito rumbo al trabajo cuando el conductor de un auto con dos acompañantes se les puso a la par de la motocicleta en la que circulaban y desde el interior les dispararon. Ambos fallecieron en el lugar por numerosos disparos en la cabeza y la espalda. En una improvisada conferencia de prensa que se hizo en la escena, el fiscal Gastón Ávila dijo que la víctima que iba como acompañante en la motocicleta tenía nueve orificios de bala, el conductor tres y que ambos presentaban impactos en la cabeza. El funcionario descartó, según los primeros indicios, la hipótesis del robo.

Vecinos de la cuadra donde ocurrió la doble ejecución en Lavalle al 2900 casi esquina Amenábar, señalaron a móviles televisivos que los dos muchachos habían salido en una moto de una vivienda ubicada a una cuadra y media donde los habían emboscado. Fue minutos después de las 8 de este viernes. Vestían  ropa con el logo de una empresa de refrigeración, por lo que los pesquisas supusieron que se dirigían hacia su trabajo. Un automóvil se les puso a la par y comenzaron a sonar los disparos que sorprendieron a los habitantes de San Francisquito. “Fueron como 10 o 12 tiros”, precisaron algunos.

Las víctimas fueron identificadas por fuentes policiales como Ángel Brian Soto, de 20 años y Andrés Eduardo Pizarro, de 30. Voceros judiciales indicaron que los primeros exámenes médicos determinaron que Pizarro, era quien conducía la motocicleta y presentaba dos disparos en la espalda y uno en zona de rostro mientras que Soto presentaba disparo en el cráneo y 8 en zona dorsal.

Una muchacha se presentó ante las cámaras de televisión como esposa de uno de los fallecidos y hermana del otro, dijo que las víctimas iban a trabajar cuando los mataron. “Para mí se equivocaron, porque no tenían nada con nadie, ni mi marido ni mi hermano”, dijo antes de aportar un solo dato del vehículo de los asesinos: color gris. Otros agregaron que era un Peugeot.

Otro  vecino señaló que los dos hombres acribillados “vivían cerquita, atendían un kiosco y una pollería”, corroborando los dichos de la muchacha, quien contó que al quedarse desempleada habían abierto un comercio en su casa.

En el lugar se presentó el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Ávila, quién quedo al mando de la investigación. Aunque aclaró que sólo tenía información preliminar, dijo que las víctimas vivían a dos cuadras del lugar en el que fueron abordados por un auto con al menos tres personas.

Les dispararon gran cantidad de proyectiles con un arma calibre 9 milímetros, añadió el funcionario judicial.

El fiscal agregó que personal policial recuperó cinco vainas servidas calibre 9 milímetros y dos plomos deformados, que fueron enviados a peritar. “Podría decirse que los fueron a buscar para dispararles”, dijo Ávila, quien descartó por el momento la hipótesis de un doble homicidio en ocasión de robo ya que las víctimas tenían todas sus pertenencias y la motocicleta había quedado en el lugar.

El funcionario ordenó la realización de las medidas de rigor al personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quien se dedicó a tomar declaraciones. Ávila dijo que, según los dichos de la familia de los asesinados, no había amenazas previas.

El fiscal explicó que se enviaron a peritajes los celulares de las víctimas para saber si hubo algún tipo de amedrentamiento, y que solicitó el relevamiento de la zona para determinar la existencia de cámaras de seguridad que puedan sumar indicios sobre los homicidas.

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