Macoser SA, la última fábrica de máquinas de coser Singer que quedaba en el país, que abrió sus puertas hace 64 años en San Francisco, Córdoba, dejará de fabricar los equipos que revolucionaron la costura de todo el mundo desde que el inventor estadounidense Isaac Singer los comenzara a producir industrialmente en 1850, tras copiar y perfeccionar el modelo que había inventado su compatriota Elías Howe. Ahora, como en otros innumerables rubros, la imposibilidad de competir en el mercado local con equipos de China y otros países asiáticos en el marco de la política nacional de aduanas abiertas ni exportar la producción son los motivos anunciados, aunque la firma ya explicaba la mayor parte de su facturación con cocinas, hornos, anafes y extractores.
En rigor, la producción de máquinas de coser ya se había paralizado totalmente el pasado 3 de diciembre, pero no se anoticiaron cesantías ya que la firma intentará reconvertirse con la fabricación de una nueva línea cocinas eléctricas.
Aunque de múltiples marcas, las máquinas de coser no sólo son símbolo de un cambio radical en la actividad de costura, sino del mundo del trabajo mismo y fue una de las herramientas distribuidas masivamente por la Fundación Eva Perón durante el gobierno de Juan Perón. Incluiso el presidente Mauricio Macri entregó en José C. Paz, provincia de Buenos Aires, una máquina bordadora casi dos años atrás, en febrero de 2017. Y acaso la marca más conocida en el país de los dispositivos domésticos es Singer.
Ya no lo será: según trascendió, de las tres últimas máquinas que se fabricaron en la empresa Mecoser una irá a manos de actual jefe de montaje de cocinas, Fernando Luque, quien durante años trabajó en el armado de equipos de costura; otra irá a parar a la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, mientras que la tercera permanecerá en la propia compañía.
Según el portal AgendarWeb la firma fundada en 1954 por Anselmo y Aquiles Macchieraldo pasará ahora a dedicarse exclusivamente a las cocinas. “Este ha sido el final de la máquina para coser, nosotros ya habíamos previsto este momento hace 20 años”, Roberto Macchieraldo, actual director director ejecutivo de la firma.
Según publicó el portal cambio2000.com.ar, en la década de 1960 habían llegado a convivir 14 industrias nacionales dedicadas a la producción de máquinas de coser, y en 1944 una firma local, Godeco, había lanzado la primera máquina fabricada íntegramente en el país. Muchas cayeron en el camino, pero Macoser apunta a la reconversión: “La única fábrica de máquinas para coser en el país que no cerró por problemas económicos fuimos nosotros”, aseguró Macchieraldo al portal, agregando que su decisión es cerrar la producción de la línea por “una competencia feroz con países muy poderosos como los de Medio Oriente” y por tornarse demasiado costoso dinsistir: “Es imposible la inversión que debíamos realizar para que nuestro producto sea más competitivo”, dijo el ejecutivo. Según el diario La Nación, en país se venden anualmente entre 80.000 y 100.000 máquinas de coser, lo que redunda en hacer imposible la ecuación de inversión y rédito.
El diario porteño apunta que en la actualidad, dos fábricas en China producen prácticamente todas las máquinas de coser que se venden en todo el mundo, y que en la última década también cerraron las fábricas que existían en Estados Unidos, Brasil y México.
“Hace dos años comenzamos a incorporar otros procesos en la fabricación de cocinas y de manera lenta y gradual se absorbió el personal hacia esa producción”, concluyó el directivo.
Hasta ahora Macoser producía tres modelos de máquinas Singer –ahora eléctricas y automatizadas, lejanas aquellas manuales que funcionaban a pedal, importará esos tres y otros 12 modelos.
Comentarios