Ciudad

Se escurre el temor a la segunda crecida

La previsión se corrigió hacia abajo: en Rosario se espera el pico para el 25.

La altura del río Paraná en Rosario, 4,38 metros, está casi medio metro por encima del promedio para esta época del año –3,90– y se espera para fin de mes el pico de una nueva onda de creciente. Pero esta vez, a diferencia del verano, no se espera que llegue al nivel de “evacuación”, de 5,30 metros: la previsión del Instituto Nacional del Agua es que ni siquiera se arrime a la altura de 5 metros que marca el nivel de “alerta”. Así las cosas, se comenzó a escurrir el temor que generaron las fuertes lluvias en buena parte del territorio Brasil, que multiplicaron el caudal en las nacientes del Paraná –uno de los cauces más extensos del mundo y el segundo en Sudamérica, después del Amazonas– y que provocaron, entre otras cosas, las graves inundaciones en Río de Janeiro –aunque esa región nada tiene que ver con la cuenca– y que en las cataratas del Iguazú –que sí tiene que ver– se multiplicara por 10 en los últimos días el volumen de agua que cae en los saltos.

En los últimos días de abril y primeros de este mes, las intensas lluvias que se registraron en las altas cuencas del Iguazú hicieron que el río arrastrara 15.000 metros cúbicos por segundo. La repentina creciente obligó a cerrar la larga pasarela que conduce a la Garganta del Diablo, el más espectacular de los saltos, aunque el resto de los recorridos continuaron abiertos a los turistas. El pico pasó y el caudal comenzó a bajar, y en los últimos días, según el INA, el aporte al río Paraná era de 5.000 metros cúbicos por segundo.

En paralelo, en los últimos días no se habían registrado, según el Instituto, “precipitaciones significativas” en las nacientes del Paraná ni en las regiones de sus principales afluentes en Brasil, como el río Grande y el Paranaiba. Pero a la par, el parte del Sistema de Información y Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata, que algunas cotas como la del embalse de Ilha Solteira “continuó muy alto para la época”.

Sin embargo, para los hidrólogos, los números que está dejando la corriente El Niño de variación climática no son preocupantes en el mediano plazo. Ocurre que la previsión de una crecida de otoño que podía superar el nivel de alerta de 5 metros se corrigió hacia abajo, y ahora se estima que el pico frente a Rosario será de 4,80 metros –20 centímetros por debajo– y llegará cerca del viernes 28.

Pero un escenario más complejo se prevé en Paraná –4,90 metros el lunes 24– y en Santa Fe –5,20 metros para el martes 25–, alturas que están en o por encima de los niveles de alerta en ambas capitales, de 4,70 metros en la costa entrerriana, y 5,30 en la santafesina. De igual modo, la previsión no alcanza los niveles de evacuación.

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