Ciudad

Se encadenó para resistir desalojo

Una mujer aseguró que el juicio está plagado de irregularidades.

Una mujer se encadenó a la puerta de su casa para resistir una orden de desalojo que, según dijo, tendría que haberse cumplido ayer pero finalmente no se llevó a cabo.

Natalia Pozo tiene 29 años y vive “desde siempre” en una vivienda de Urquiza al 7100, en la zona oeste, que era propiedad de su padre, fallecido en 1994.

“Supuestamente, mi papá le vendió una parte de la casa a la cuñada, Juana Arroyo, que murió en 2000. Ahora vienen dos abogados a decir que tienen un poder firmado por ella en 2007, ¿cómo puede ser?”, contó la joven, quien aseguró haber sido “abandonada” por su abogado y que “todo esto es muy turbio”.

La mujer señaló también que “en el expediente por el juicio de desalojo dice que mi tía vive en Pellegrini 2575, y eso es mentira, nunca estuvo ahí y además ella ya falleció”.

Según Natalia, que tiene una beba de 8 meses, “los abogados quieren quedarse con mi casa, aunque en realidad no vale nada porque es vieja y muy humilde, pero sí les interesa el terreno que vale como 80 mil dólares”.

Luego dijo que “la casa de al lado también era de mi papá, pero yo no sabía, y terminó en un remate; la terminó comprando una mujer y ahí me enteré que pagó 80 mil dólares”.

La joven sostuvo que “la orden de desalojo era para hoy (por ayer), pero no vinieron”, y aseguró que los abogados demandantes le habían avisado que la sacarían del lugar con la fuerza policial. “Pero la Policía vino y me dijo que no me van a tocar. Además voy a seguir resistiendo”, avisó.

Natalia decidió atarse con cadenas a la puerta de su casa y colgó carteles en el frente para hacer pública su situación. “Solamente me saco las cadenas para atender a mi hija, pero no me voy a mover de acá”, finalizó.

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