Policiales

Ciudad de Esperanza

Se dedicaba a engañar viejitos con el cuento del tío, pero una jugada le salió mal

Un hombre fue condenado por tentativa de estafa y asociación ilícita. Su última víctima, un adulto mayor, le siguió la corriente cuando le dijo por teléfono que era su nieto. Terminó con el auto decomisado y una multa de más de 600 mil pesos, de los cuales 100 mil fueron para el abuelito


El cuento del tío es más viejo que la escarapela y tiene tantas variables como formas de engaño. Se trata de un tipo de estafa que apela a la codicia de las víctimas, quienes dan dinero esperando una devolución extremadamente más alta que nunca reciben, o a la ingenuidad que deviene de la soledad, cuando creen que ayudan a un familiar aunque sea tan lejano que ya no reconocen ni su voz. Esta última variable fue la que ocurrió el mes pasado con un anciano de la ciudad de Esperanza que levantó el teléfono y escuchó un cálido saludo: “Abuelo: ¿Te acordás de mi?”. Así comenzó una extensa conversación con el joven en la que acordó entregarle dólares y oro. Se dice que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Porque cuando el proclamado nieto fue en busca del botín terminó preso. Según la Fiscalía, el abuelo le siguió la corriente todo el tiempo y apenas cortó la comunicación llamó a la Policía. El embaucador, de 37 años, fue condenado y multado por más de 600.000 pesos, de los cuales 100.000 fueron a parar al abuelo en concepto de reparación por daños.

La condena recayó sobre Matías Daniel Álvarez, de 37 años, en el marco de un juicio abreviado al que llegó acusado de integrar una asociación ilícita durante diez meses junto a otras tres personas –que no fueron identificadas– además de tentativa de estafa y de defraudación.

El fiscal Alejandro Benítez le decomisó el auto, un Volkswagen modelo Gol Trend, que se supone usaban para cometer los delitos en distintas localidades de las provincias de Santa Fe y Córdoba en busca de adultos mayores.

También le puso una multa de 642.160 pesos para distintas donaciones: 250.000 pesos destinados al Ministerio Público de la Acusación (MPA), la misma cantidad para el hospital Samco de Esperanza y 42.160 pesos para la Asociación Protectora de Animales de esa ciudad. Los 100.000 pesos restantes fueron para el hombre que lo denunció, víctima de tentativa de estafa, en concepto d­e reparación económica aunque no sufrió pérdidas de ningún tipo.

Además de las multas económicas, la condena de Álvarez, homologada por el juez Héctor Gabriel Candioti en los tribunales de Santa Fe, incluyó la obligación de que termine la escuela secundaria.

Abuelito dime tú

Según la Fiscalía, la banda tenía una mecánica delictiva programada: perpetraban un plan previo para estafar con la modalidad conocida como cuento del tío. Llamaban por teléfono a adultos mayores, entablaban un diálogo ameno y simulaban ser parientes. Así, con distintos tipos de mentiras los convencían de que les entregaran dinero y joyas.

“Solían argumentar que los dólares de determinadas series saldrían de circulación y se ofrecían a cambiarlos por billetes válidos”, adujo el fiscal en la acusación.

De acuerdo a su investigación, la banda operó desde agosto de 2020 hasta el 20 de mayo pasado, cuando Álvarez cayó preso al intentar engañar al adulto mayor que seleccionaron en la ciudad de Esperanza, cabecera del Departamento Las Colonias. Ese día, a las 11.30 lo llamó a su casa y apenas atendió el teléfono le dijo: “Abuelo: ¿Te acordás de mí?”.

Según el fiscal, el hombre que recibió la llamada advirtió la intención delictiva pero siguió la conversación como si hubiera estado convencido de que lo contactaba su nieto. Por eso, cuando le dijeron que ponga todos sus dólares y objetos de oro en una caja, accedió.

Se suponía que el contador de su nieto iría de inmediato a buscar esas pertenencias. Pero el abuelo, apenas cortó, llamó a la Policía y la puso al tanto. Cuando Álvarez se presentó en la casa haciéndose pasar por profesional fue detenido.

Un tío lejano

A distintos ardides se los conoce con el nombre de cuento del tío. Según los entendidos, ese nombre viene precisamente del “cuento” que hace el estafador: que ha recibido una importante herencia de un “tío” lejano pero necesita dinero para poder solventar el viaje y cobrarla, bajo promesa de devolver la cantidad prestada con varios ceros de más. Una vez que consigue el préstamo desaparece para siempre.

Pero las estafas telefónicas tienen cientos de modalidades y por eso la Fiscalía advierte los delitos más frecuentes para prevenir a distraídos.

Según informaron, quienes cometen este tipo de ilícitos fingen ser familiares o allegados de las víctimas para lograr su confianza. También simulan ser empleados de instituciones públicas o privadas que ofrecen productos y servicios o reclaman el pago de deudas inexistentes.

Con distintas excusas, los estafadores engañan a las víctimas para que les entreguen dinero en efectivo y objetos de valor; brinden claves de acceso a sus cuentas bancarias; o realicen transferencias mediante cajeros automáticos o homebanking.

Para prevenir estos delitos, nunca se deben dar datos personales al recibir una llamada proveniente de un número desconocido o privado. Ante requerimientos extraños se debe cortar la comunicación y, si se duda de la procedencia de un mensaje, conviene contactarse a través de los números oficiales de la persona o institución en cuestión.

Comentarios