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Se cumplen diez años de la muerte del médico René Favaloro

A diez años del suicidio de René Favaloro, el médico argentino reconocido en todo el mundo por revolucionar la cirugía cardiovascular, se estudian varias iniciativas legislativas para homenajearlo.

A diez años del suicidio de René Favaloro, el médico argentino reconocido en todo el mundo por revolucionar la cirugía cardiovascular, se estudian varias iniciativas legislativas para homenajearlo, mientras la Fundación que lleva su nombre no hará ningún acto especial en respeto a su testamento.

La primera de las iniciativas contempla una ley para denominar “René Favaloro” al hospital que se construye en Villa Lugano, ubicado en la Avenida Francisco Fernández de la Cruz y Escalada.

“En algún punto la lucha incansable de los vecinos de Villa Lugano por mejorar su calidad de salud tiene una o varias semejanzas con la incansable lucha del doctor René Favaloro por la vida, este es el deseo de los vecinos de la zona para homenajear y homenajearse”, sostiene el texto del legislador -mandato cumplido- Guillermo Smith.

Favaloro nació en La Plata en 1923 y se mató el 29 de julio del 2000 en su departamento de Palermo a los 77 años dejando un escrito en el cual se leía, entre otras opiniones: “Es indudable que ser honesto en nuestra sociedad corrupta tiene un precio. A la larga o a la corta te la hacen pagar”.

Por otra parte, el legislador Jorge Garayalde presentó una iniciativa para modificar por “René Favaloro” el nombre de la actual calle Juan Díaz de Solís, en el tramo donde está emplazada la Fundación que creó en 1975 el médico y que funciona en el barrio de Monserrat.

Asimismo, está en análisis una propuesta para nombrar “Paseo de la Vida René Favaloro” al espacio verde ubicado en la calle Bacacay entre Rojas, Nicolás Repetto y vías del ex Ferrocarril Sarmiento.

Además, está vigente la idea de levantar en la Ciudad un monumento en homenaje al médico para lo cual se creará una comisión especial integrada por diputados y un representante de la Fundación.

“La esencia de su espíritu iba más allá de su vocación y era mucho más profunda: calaba en los valores que le fueron inculcando en su casa y en las instituciones donde estudió. Sobre esa base edificó su existencia”, remarca el proyecto en cuestión.

Favaloro se graduó como médico en la Universidad Nacional de La Plata y en 1950 se radicó en Jacinto Aráuz, un perdido pueblito de La Pampa.

En 1962 viajó a los Estados Unidos, a la Cleveland Clinic, para especializarse en cirugía torácica y cardiovascular y cinco años después desarrolló -con éxito- la técnica del by-pass aorto coronario.

En 1992, The New York Times lo consideró un “héroe mundial que cambió parte de la medicina moderna y revolucionó la medicina cardíaca”.

“Todos nos vamos a morir. No tengo miedo: me codeo con la muerte todos los días. Mi madre murió a los 91 años, mi padre a los 86; pero eso no quiere decir nada. Por eso cada día hay que tratar de hacer lo mejor para uno, la familia y la sociedad. Lo que va a quedar es el recuerdo”, es una de sus frases más recordadas.

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