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Se consolida plan asistencial para estudiar y capacitarse

Por Agustín Aranda. Terminar la escuela, formarse en empleos, o aprender un oficio es el objetivo del proyecto nacional que en Rosario convocó a 4.200 jóvenes de entre 18 y 24 años y a 13 mil personas en toda la provincia.

Dos meses bastaron para que el programa “Jóvenes con Más y Mejor Trabajo”, articulado entre el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Municipalidad de Rosario, llenara sus expectativas de inscriptos de 18 a 24 años sin trabajo que buscan finalizar su escolaridad, realizar cursos de formación, iniciar una actividad productiva independiente, o bien conseguir un empleo. Hasta el mes pasado, 4.200 jóvenes de Rosario se inscribieron, de los cuales 800 se encuentran realizando un Taller de Orientación e Inducción al Mundo del Trabajo; otros 800 están realizando cursos de formación profesional; 2.500 se encuentran completando su educación primaria y secundaria; 60 realizan entrenamiento en empresas, y 30 presentaron proyectos de emprendimientos. “La Nación calculaba que 4 mil iba a ser dentro de dos años. La respuesta fue impresionante para estos jóvenes que empiezan un trayecto formativo que arranca con un taller, después va a una empresa, capacitación o escuela”, apuntó la directora del Servicio Municipal de Empleo, Gabriela Estrella.

A nivel provincial, desde el comienzo del programa en 2010, Santa Fe registra 13 mil inscriptos, de los cuales 4.200 mil corresponden a Rosario. Del total, 6.800 son mujeres y 6.200 varones. “A partir de allí, los jóvenes se pueden enlazar con los programas de inserción laboral, en los que el Estado subsidia mil pesos de cada sueldo para alivianar el peso a las empresas. Los sectores son metalúrgica, fábricas de plástico, servicios, comercios”, anunció en diálogo con El Ciudadano el gerente de Empleo y Capacitación Laboral Rosario, Cristián Recchio. Según el funcionario, la inscripción tuvo mayoría de jóvenes provenientes de sectores medios empobrecidos por la crisis de 2001, que a partir de que sus padres perdieron sus trabajos, ellos no pudieron terminar la secundaria, por ejemplo. “En 2011 ya empezamos a recibir mayor cantidad de jóvenes que responden a una pobreza más estructural”, agregó Recchio.

Según las estadísticas aportadas por el funcionario, 4.400 jóvenes en la provincia están terminando estudios secundarios o primarios, otros 1.800 están realizando el Taller de Orientación e Inducción al Mundo del Trabajo, y otros 342 están realizando entrenamientos laborales. De estos últimos, 97 jóvenes lo hacen en el sector privado, 139 en sector público de municipios y 106 en Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Por otro lado, más de 200 adolescentes están asistiendo a cursos de formación profesional en Santa Fe.

En la actualidad, el programa funciona en 26 localidades de Santa Fe a partir de sus respectivas oficinas de empleo. En el caso de las comunas, se realiza a partir de convenios fundados en cercanías geográficas o políticas para recibir y contactar a los jóvenes con las distintas instancias del programa. Por ejemplo, General Lagos tiene un convenio para que los adolescentes acudan al programa en Villa Gobernador Gálvez.

Consultado por el éxito de la iniciativa, Recchio explicó: “Creemos que el éxito del programa responde al espíritu de su orientación hacia un sector de la población con mayor cantidad de inconvenientes para conseguir un empleo registrado, tal como señala un informe de Organización Internacional de Trabajo (OIT). El desempleo en jóvenes es ampliamente superior a la media. El programa ha dado en la tecla de una necesidad de esta porción de la población”.

Comienzo con taller

El programa empieza con un Taller de Orientación e Inducción al Mundo del Trabajo que dura 3 meses y en el que el beneficiado tiene un subsidio de 150 pesos por mes. “Al terminar el curso, el joven ya está dentro del programa. Desde allí, podrán optar por culminar los estudios, iniciar un entrenamiento en empresas o emprender un trabajo independiente”, explicó Recchio. En el caso de que no opte por ninguna de estas alternativas, el joven permanecerá dentro del programa sólo si se presenta una vez por mes en la oficina de empleo para ver la oferta laboral, dejando sentada una entrevista. De mantenerse la situación, el joven es beneficiario de un subsidio base de 225 pesos por mes. En caso de que realice el entrenamiento en empresas cobrará 750 pesos mientras que si hace los cursos de formación profesional recibirá 450 pesos. “Si decide terminar sus estudio, dependerá de su desempeño académico la cantidad de dinero que recibirá”, agregó Recchio.

Recepción de las empresas

“Todos los días estamos recibiendo pedidos de entrenamiento de las empresas. Se nota una reactivación del sistema privado. El incentivo no sería nada si no hay un aumento en la demanda”, explicó Recchio. Según el funcionario, el punto fuerte del programa es habilitar la contratación para quienes no poseen las relaciones suficientes para llegar al lugar donde se toman las decisiones, es decir, la parte de recursos humanos de las empresas. “Los propios empresarios nos han comentado que muchas veces llegaban los curriculums y se apilaban hasta que alguien los tiraba a la basura. El aval del Estado para la contratación es definitorio”, detalló el gerente de Empleo y Capacitación Laboral Rosario.

El entrenamiento para el trabajo, la vieja pasantía, tiene una duración máxima de 6 meses de 6 horas diarias en el turno diurno. Según sostuvo Recchio, el entrenamiento consiste en un 80 por ciento de práctica y un 20 por ciento de teoría. “La empresa no puede repetir entrenamiento si no contrata  ninguna de las personas que lo hicieron. No las volvemos a contactar para no contribuir con un ciclo de trabajo en negro”, aclaró el funcionario. Desde la implementación del programa 34 personas llevan adelante un trabajo independiente. En su mayoría, tal apuntara Recchio, corresponden a la producción de ropa y alimentos.

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