Espectáculos

Se apagó la intensa presencia de Julia von Grolman

El cineasta Oscar Barney Finn comunicó el fallecimiento de su actriz fetiche. Julia von Grolman fue una exquisita mujer del cine argentino. Tenía 78 años y su mayor producción fue en el cine de los 70 y 80.


La actriz trabajó en "La balada del regreso", "Comedia rota" y "Momentos robados".
La actriz trabajó en “La balada del regreso”, “Comedia rota” y “Momentos robados”.

Una hermosa señora. Fina, culta, elegante, de una belleza clásica, imponente pero no avasallante. Tampoco lo era como persona. Llevó una vida discreta, engalanó la pantalla con su presencia, se retiró sin que nadie percibiese todavía alguna mala señal en su figura o en su memoria de intérprete.

Así, Julia von Grolman dejó un recuerdo impecable, que reverdece ahora su muerte, ocurrida el martes por la mañana. Había sufrido un ACV ya hace un tiempo, que le quitó en parte el habla y la condenó a la inmovilidad. En los últimos tiempos, tuvo varias internaciones. Fue inhumada ayer en la bóveda de los Von Grolman en el cementerio de Olivos, sin velatorio público.

La noticia la dio a conocer su amigo Oscar Barney Finn, con quien realizó lo mejor de su carrera en cine y TV. “Adiós querida Julia, adorable amiga, compañera del alma, musa inspiradora”, escribió Barney Finn en su cuenta de Facebook. “Tu partida me despoja de todo lo vivido. Me deja a la intemperie y sin sueños a compartir. Sabía que partirías, pero no que eligirías el día de mi cumpleaños. Que nada te decepcione, que todo te sorprenda.”

Von Grolman no fue una actriz de mucha actividad. En teatro se destaca su participación en 1968 junto a Sergio Renán y Tino Pascali en “La vuelta al hogar”, de Harold Pinter según versión de Torre Nilsson, vergonzosamente prohibida por la censura de Onganía. En TV hizo un especial sobre “El túnel”,una miniserie con Rodolfo Bebán, “Aventura 77”, y a partir de los 80 los recordados especiales con Barney Finn, entre ellos “El coleccionista” y “El testamento” (sobre textos de Manuel Mujica Lainez).

En cine su nombre está ligado a seis películas, las mejores, también de Oscar Barney Finn, que casualmente había sido ayudante de Torre Nilsson en aquella frustrada representación teatral. Ella actuó e hizo la ambientación de la primera película de Barney Finn, “La balada del regreso”, ambientada durante la guerra entre unitarios y federales y estrenada en 1974, como apelación de cordura ante la inminencia de otra posible guerra civil. Escribió además el argumento de “Comedia rota”, buen drama de pareja que protagonizó con gran nivel. Y acompañó también al director en “Contar hasta diez” (otro largo esfuerzo frente a la censura), el episodio “El salón dorado” de “Misteriosa Buenos Aires”, el tercero de “Cuatro caras para Victoria”, donde encarnó con mucha precisión a la escritora Victoria Ocampo, y la melancólica “Momentos robados”.

Otras actuaciones memorables fueron junto a Pepe Soriano en “Juan Lamaglia y señora”, seco retrato de la burguesía de provincia hecho por Raúl de la Torre, y, hace ya 20 años, frente a Ricardo Darín en “Perdido por perdido”, de Alberto Lecchi. Ella era en ese thriller la empresaria que aparece casi al final, como figura clave. A registrar, para admiradores, su primera aparición en “El galleguito de la cara sucia”, 1966, junto al entonces popular cantante Juan Ramón, y dos picarescas donde, pese a las exigencias del libreto, siguió siendo toda una señora: “Hotel alojamiento”, de ese mismo año, y “Un toque diferente”, 1977, con el memorable Ernesto Bianco.

 

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