Diego Schwartzman ya había logrado algo histórico en su carrera al superar a Rafael Nadal, el mejor tenista sobre polvo de ladrillo que recuerde la historia. Pero lejos de conformarse con semejante victoria por los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma, el Peque volvió a demostrar que está en un gran nivel y se sacó de encima al canadiense Denis Shapovalov para meterse en la finalísima del certamen italiano, instancia en la cual se medirá nada menos que con Novak Djokovic, número 1 del mundo.
Con el gran envión anímico que le generó su tremenda actuación ante Nadal, Schwartzman jugó una inteligente semifinal y superó al canadiense 6-4, 5-7 y 7-6 (7/4) en lo que fue un vibrante partido de principio a fin. Así, el argentino se metió por primera vez en su carrera a la final de un Masters 1.000, en la cual ya esperaba Djokovic, máximo favorito al título.
El Peque salió al court central del Foro Itálico decidido a imponer su ritmo al encuentro ante el zurdo Shapovalov, número 14 del mundo. Y lo logró: el bonaerense se quedó con el primer set por 6-4 gracias a un sólido juego desde el fondo, al que le añadió una gran iniciativa y astucia para neutralizando la buena derecha de su rival.
En el segundo parcial la historia fue distinta. El canadiense ajustó la mira y comenzó a hacer daño con sus tiros profundos. También le sumó un mucho mayor porcentaje de tiros ganadores y se terminó llevando el set 7-5.
El tercer y último set se jugó a todo o nada. Schwartzman estuvo casi siempre abajo en el marcador, pero nunca bajó los brazos, se mantuvo en partido y reaccionó en el tramo final para quedarse con el parcial y el boleto a la finalísima.
Ahora el Peque irá por la corona de Emperador de Roma nada menos que ante Djokovic, quien en primer turno se sacó de encima con autoridad al joven noruego Casper Ruud (34) por 7-5 y 6-3. Y aunque los antecedentes ante el serbio no están a favor del argentino, en este certamen ya viene de lograr lo imposible ante Nadal, así que mañana desde las 12 buscará estirar su excelente racha ante el mismísimo número 1 del mundo.
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