El Hincha

Sccoco y Heinze, extremos

Por Gabriel Pennise.- La tarde venía tranquila gracias a Nacho Scocco, pero un error de Heinze la complicó de manera inesperada.


Newell’s gana, suma y avanza. Hasta acá todo bárbaro. La gente se rompe las manos aplaudiendo, y se va del Coloso tocando bocina. Vive una fiesta permanente, y lo bien que hace. Pero, en determinados casos surgen imponderables que definen partidos. Esos que tienden a complicar la vida de los técnicos, cuando son negativos, y les dibuja una sonrisa enorme en las buenas.

Scocco, ante Arsenal, entregó los momentos más felices de la tarde. Con dos goles de manual. Si bien, el pase de Bernardi es de cátedra en el primer gol, la definición de Nacho, el movimiento realizado para impactar el balón, es para mostrarlo en las escuelas de fútbol. Y luego coronó lo suyo como un gol de chilena, y como dijo Walter Hugo (relator de LT3): “un gol de chilena, es eso. Un gol de chilena”. Una marca registrada en el biblia del fútbol.

Gabriel Heinze en cambio, ésta vez se vio traicionado por su temperamento. El mismo que merece elogios al por mayor, ayer lo condenó. Fue en plancha contra Zelaya, lejos del área, y vio la roja (justa decisión de Vigliano, que luego debió expulsar a Lisandro López y no lo hizo). Iban 15 minutos del complemento, y complicó innecesariamente el futuro del partido.

Arsenal pudo empatarlo en un cabezazo de Lisandro López, y no hubiera estado mal. Con Víctor López en cancha, Newell’s retrocedió quince metros y se metió contra Guzmán Algo para lo que no está preparado, ni quiere que suceda Martino. Pero ésta vez el Gringo se equivocó.

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