Diego Giuliano va por su tercera elección en Rosario. En 2009 fue elegido concejal, en 2011 fue candidato a intendente y en los próximos comicios irá por su reelección como concejal, liderando un frente con el PRO.
Dueño de un discurso centrado en la lucha contra la inseguridad, dialogó con El Ciudadano sobre lo que llama “un darse cuenta colectivo” con relación al problema de la droga en Rosario. También se quejó por la prohibición de publicitar en medios audiovisuales, algo que considera “proscriptivo”.
—Ésta es su tercera campaña en Rosario. ¿Qué encuentra en las recorridas por los barrios?
—Lo que se nota, además de la inseguridad en general, algo que por lo menos para mí fue bastante claro desde 2009, es una especie de “darse cuenta colectivo” de que la droga entró a Rosario y es nuestro peor enemigo. Esto que por ahí lo dicen todos, hay que escuchárselo a la gente. Porque son los que tienen el dato, el miedo, el problema.
—¿Lo que encuentra es una conciencia generalizada de que el problema se agravó?
—Sí, yo lo llamo un “darse cuenta colectivo”. Es algo que está claro en la sociedad. Han dejado entrar la droga a Rosario, algo que le da a la violencia una dimensión nueva. Y eso atemoriza, porque hay una conciencia clara de que la droga te quiebra una ciudad. Sobre todo por el nivel del mercado que maneja, que en Rosario es de dos mil millones de pesos.
—¿Cree que la campaña tiene un eje determinado o ve una fragmentación del debate?
—Estas restricciones que hubo en materia de comunicación no ayudan al debate. Santa Fe es un caso particular en Argentina. No pasa ninguna prueba o test de transparencia electoral. Es una provincia donde el oficialismo cierra caprichosamente los medios de comunicación. Algo inédito, que si se hiciera en otro lugar tendria grandes repercusiones, pero acá parecería que no, que está bien. Eso achata la campaña.
—¿Habla de la restricción de los medios audiovisuales?
—Sí, porque le falta una parte de la comunicación. Está la prensa escrita, pero falta una parte que es muy potente, que genera debate y que acerca a la gente. Esta falta de transparencia del socialismo a nivel electoral es evidente. Llega a niveles proscriptivos, sobre todo para los nuevos candidatos.
—¿Encuentra algún tema que esté por encima del resto en la campaña?
—Yo creo que el tema de la inseguridad, ya por razones irreversibles, es un tema común. Y digo por qué: cuando en el 2009 hablé de seguridad, me acuerdo que el ex intendente (Miguel) Lifschitz me dijo: “Giuliano, te equivocaste de campaña. Tenés que hablar de temas de la ciudad, no de la seguridad, que es de la provincia”. Y ahora todos reconocieron que este problema no puede ser soslayado. Por eso creo que hay una agenda común, donde algunos se quejan y otros proponemos cosas concretas.
—Ése fue su eje de campañas anteriores. ¿Planea insistir o cree que ya es un tema recurrente?
—A mí me parece interesante que todos hablen de lo mismo. Lo siento como una reivindicación. Antes me miraban raro porque hablaba de seguridad. Y ahora que la provincia contrató personal administrativo para las comisarías, no hace más que darnos la razón en aquello que proponíamos de “la GUM a la comisaría y la Policía a patrullar”.
—¿Tiene alguna encuesta o proyección sobre lo que puede pasar el 11 de agosto?
—No sigo las encuestas. Sé que hay algunas buenas y otras que son de los propios partidos. Nosotros no hemos contratado, pero por las que vemos de los que sí lo hicieron, sé que nos está yendo muy bien.
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