El caso por la desaparición de Natalia Acosta, una joven que fue vista por última vez en la ciudad de Santa Fe hace ocho años y medio, sumó un detenido esta semana, trascendió en medios capitalinos. La Justicia federal, a instancias del fiscal Walter Rodríguez, ordenó la detención de un hombre que será indagado en los próximos días en la causa por trata de personas, ya que la presunción es que la joven, que ejercía la prostitución, fue captada para ser prostituida.
Los rastros de Natalia, entonces de 21 años, se perdieron en la madrugada del 29 de mayo del 2009 en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha, donde ejercía la prostitución, a pocos metros del prostíbulo Místico, en pleno centro de la ciudad de Santa Fe. Desde entonces su familia y organizaciones sociales han reclamado justicia. Desde que el expediente fue tomado por el fiscal Rodríguez –antes el caso había tramitado ante la Justicia provincial como “averiguación de paradero”–, desde abril pasado se hicieron diligencias que derivaron en un nuevo sospechoso, Osvaldo Cerri (de 58 años), quien fue apresado por Gendarmería el jueves pasado en una vivienda de General Paz al 7300, en el norte de la ciudad.
El detenido iba a ser acusado formalmente por el juez Francisco Miño este viernes, pero una descompensación hizo que la indagatoria se postergara. Según diferentes medios capitalinos, el hombre está acusado de ser quien captó a Natalia para una red de trata de personas.
Para los investigadores, Cerri conocía a la muchacha y aquella madrugada se lo vio junto con ella, casi al mismo tiempo en que la joven les decía por mensajes telefónicos a su pareja –considerado por los investigadores como su proxeneta–, y también a su hermana, que estaba a punto de regresar a Santo Tomé, donde residía.
Según la pesquisa, Cerri (afirmando ser uno de los dueños del local) le había ofrecido a Natalia trabajar en el bar Místico, un prostíbulo que entonces funcionaba en San Martín al 2700, en plena peatonal. El prostíbulo fue cerrado en agosto del 2016 luego de que su dueño, Juan Carlos Cisneros –testigo en la causa Acosta– fuera detenido por la Justicia provincial por “promoción y facilitamiento de la prostitución”. De acuerdo con esta versión, incluso Natalia había estado dentro del local un día antes de su desaparición.
A principios de noviembre del año pasado, luego de un dictamen favorable de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, la Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó que el caso que investiga la desaparición de Natalia Acosta pasara al fuero federal, tal como había impulsado la familia de Natalia con el acompañamiento del ex defensor provincial Gabriel Ganón. En enero pasado el gobierno nacional dispuso una recompensa de 500.000 pesos para quienes brinden datos que ayuden a dar con el paradero de Natalia. Las personas que quieran suministrar datos, deberán llamar al Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia al 0800-555-5065.
Antes, el año pasado, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas instó al Estado argentino a que se extremaran las medidas investigativas para poder determinar el paradero de Natalia y que se investigara y sancionara a los eventuales responsables de su desaparición forzada.
